Ayer, lamentablemente se registró lo que todos sabíamos se venía, dado el avance cruel de una enfermedad oncológica, que Arturo, un amigo de la vida, de la misma generación, que disfrutó como nosotros de un Salto más pequeño, donde todos prácticamente nos conocíamos y compartíamos muchas actividades. Luego la vida, nos separó, el desarrollando una exitosa y reconocida carrera como químico farmacéutico, fundador del exitoso Laboratorio Salto. Fiel a sus principios ideológicos, pero sabiendo respetar el pensamiento diferente, también actuó en política lo que le costo años de prisión.

Pese a ello y a la dolorosa pérdida de su amor como lo fue Sonia, con el retorno del país a la democracia, recuperó su libertad y volvió a cumplir con su profesión, con un dinamismo y alegría contagiosa. Sorprendiendo y quebrando el hielo con sus pacientes, con bromas y canciones, que dedicaba especialmente a los pacientes niños. En los últimos años, compartimos charlas, encuentros, feliz al sumarse a su vida Katia, y poder disfrutar de sus hijas y nietos.

Pero, la enfermedad, surgió y pese a su optimismo, ganas de vivir y lucha que le presento, ayer falleció. Mas allá del dolor y emoción que nos generó lo inevitable, de lo injusto que es la vida muchas veces,  nos reconforta el haber sido amigo de un ser excepcional, que supo superar muchas duras experiencias, sin dejarse ganar nunca por el  odio. Siempre fue un ejemplo, de bondad, alegría y de superación, que ojala fuera mas habitual entre los humanos. Nuestra solidaridad a sus familiares.   JPC