El joven abogado Francisco Merino habló con LA PRENSA sobre un ambicioso proyecto en el que está trabajando su estudio. “Comencé a interesarme en el aerocarril cuando un amigo y correligionario me contó la idea durante un viaje por cuestiones privadas. Me dijo que algo muy bueno para Salto sería conectar nuestra ciudad con Concordia”, nos dijo. Agregó “Esa charla me cambió el enfoque, sobre todo porque yo estoy casado con una argentina, o sea que voy mucho a Concordia. Prácticamente viajo todos los domingos a almorzar allí con mi familia.

En realidad, Salto y Concordia vienen a ser algo así como una gran ciudad dividida por el río y debería tener más medios para conectarla. El Aerocarril proyectado fue propuesto en la Junta Departamental en 1986, aunque tal vez, las cosas no resultaban fáciles de concretar en aquel entonces y no se supo valorar su viabilidad, amén de las trabas burocráticas.

En Europa hay muchos funiculares y en Argentina también

Me quedó esa idea en mi cabeza y yo- que trabajo en un estudio particular con abogados y gestionamos y administramos algunas empresas, brindamos distintos servicios y desarrollamos algunos proyectos inmobiliarios- hablé del tema con un grupo de clientes, arquitectos e ingenieros civiles. Al principio, cuando uno plantea la cosa por primera vez, se ve como algo lejano o poco viable de construirse. Sin embargo, está más que demostrado que en Europa, en cualquier pueblo hay aerocarriles o teleféricos para conectar esos centros poblados. Y en Argentina, para conectar la cordillera, hay muchos funiculares.

Inversión de U$S 7 / 8 millones

O sea que no es algo tan intangible ni lejano. Así fue que lo empezamos a estudiarlo y vimos que era muy viable. Para hacer algo bien completo en el lugar que habíamos elegido, se requería una inversión de unos 7 u 8 millones de dólares. Esa cifra resultaba suficiente para cubrir los costos del aerocarril que conectara a las dos ciudades, además de un restaurante panorámico y las obras adyacentes necesarias.

Empresa francesa POMA

Y lo más interesante de todo fue que cuando empezamos a estudiarlo, nos comunicamos con la empresa francesa POMA- que desarrolla esta tecnología para teleféricos en casi todo el mundo- la que, tras reunirnos con sus ingenieros, nos pasó un presupuesto totalmente viable, lo que nos permitió lograr el compromiso de los inversores privados para el aporte del capital necesario para las obras. Quiere decir que lo que comenzó como una charla informal entre dos amigos en un viaje, soñando con el Salto del futuro, al bajarlo a un lápiz y un papel, dejó de ser algo intangible. Lo que está faltando es la voluntad política.

Presentamos el proyecto al intendente de Salto y Concordia

Hasta ahora, hemos presentado el proyecto al Intendente de Salto, quien nos dio su apoyo y lo hicimos también ante el Intendente de Concordia, el que nos recibió con todo su equipo y también expresó su más entusiasta respaldo. Él estaba haciendo una parte de la costanera nueva y quería que terminara allí, en la base del aerocarril. Del lado uruguayo se erigiría en las adyacencias donde está ubicado el establecimiento de “La Caballada”. Se utilizaría esa altura natural para hacer los pilares allí y cruzaría el río sin necesidad de tener que colocar algún pilar sobre el agua- que también sería posible- pero encarecería la obra.

En Playa Newel estaría la terminal de Concordia y en Salto en predio enfrente del Frigorífico

La terminal argentina estaría en la playa Newel y la uruguaya en el espacio que actualmente es un estacionamiento o mirador frente al frigorífico. Pensábamos hacer allí un restaurante panorámico, agregándole una atracción turística, convirtiendo al lugar en un símbolo de la ciudad. Los turistas que utilizaren el aerocarril, antes de salir de la terminal, podrían comprar en un Free Shop, todo lo cual daría trabajo a unas 40 personas, por lo que sería una iniciativa muy buena e interesante.” (Continuará)