Rodolfo Nario ejemplifica una vida activa y comprometida incluso después de la jubilación. A los 60 años, enfrentó el dilema de cómo continuar sintiéndose útil y realizado. “Ver tanta gente jubilada, morirse lentamente sin inventarse algo para hacer me afectó”, comenta Nario. Su respuesta fue una combinación de deporte y escritura: se dedicó a entrenar y a competir en la categoría máster de natación, acumulando 13 títulos sudamericanos y uno panamericano. En la entrevista, Nario enfatiza la importancia de la actividad física y mental como elementos inseparables para mantener la vitalidad. “Es una conexión entre ambas”, explica, y agrega que la alimentación equilibrada también es clave. “Podés comer cualquier cosa, pero si llegás a la mitad del plato y estás satisfecho, dejalo”, aconseja.   

Un testimonio de resiliencia y amor por la poesía

Tras varios años de dedicación, Nario presenta su séptimo libro, Un Salto a la Poesía, su primera obra dedicada exclusivamente a este género. Con ella, busca compartir sus experiencias y emociones de manera directa y sincera. “La exactitud del lenguaje evita las manchas en el alma”, expresa en el prefacio de su obra, donde revela su compromiso con una escritura honesta y libre de pretensiones. En esta ocasión, el escritor apuesta por la poesía como una herramienta para conectar con sus lectores de forma más personal, reconociendo que, aunque el mercado literario es complejo y “la gente prácticamente no lee”, su intención es ofrecer a los demás palabras que sirvan de inspiración y reflexión. Nario describe la dificultad de publicar y vender libros en la era digital. “El escritor no escribe para ganar dinero; en muchos casos, ni siquiera para recuperar lo invertido”, comenta. Aún así, encuentra gratificante el proceso de creación literaria, y espera que su nuevo libro inspire a otros a encontrar sus propios caminos. La presentación de Un Salto a la Poesía será en el espacio cultural del Hotel Concordia, un evento que Nario anticipa como una cálida reunión entre amigos y lectores.                                                                                       

Reflexiones sobre el rol de la lectura y la tecnología en la vida moderna

A lo largo de la entrevista, Nario muestra una visión crítica hacia la influencia de la tecnología en la vida de las nuevas generaciones. Con nostalgia, recuerda los tiempos en que las familias contaban con bibliotecas y los libros formaban parte esencial de la infancia. Hoy, comenta, “el nuevo chupete son los teléfonos y las tablets”, y lamenta que los jóvenes sean cada vez más dependientes de estos dispositivos. Para él, el acto de leer en físico, de sostener un libro, representa una experiencia insustituible, un momento de inmersión y conexión profunda que las pantallas no pueden ofrecer. “Es distinto a sumergirte en un libro y tocarlo”, sostiene Nario, convencido de que esta experiencia es esencial para el desarrollo del pensamiento crítico. La poesía, según Nario, es también una herramienta poderosa para abordar temas esenciales de la vida, como el amor y el erotismo. Sin embargo, comenta que es un desafío tratar estos temas con dignidad y evitar la vulgaridad. “El sexo es fundamental, pero es solo una parte del amor. La verdadera relación se construye con confianza, comunicación y comprensión”, asegura. Para Nario, la poesía debe reflejar el amor en su complejidad, abarcando tanto el aspecto físico como el emocional, y transmitiendo a los lectores una visión del amor que va más allá de lo superficial.                                                                                                           

Los desafíos y satisfacciones de un escritor comprometido

Además de su dedicación a la escritura y la natación, Nario ha encontrado en las redes sociales un medio para llegar a lectores de todo el mundo. A través de Facebook, interactúa con más de 100 páginas y ha recibido reconocimientos internacionales de países como Albania, Turquía, Argentina y Brasil. “Escribir en redes te conecta con gente de todos lados, aunque no entiendan tu idioma. A veces, me envían traducciones de mis poemas en varios idiomas”, comenta, mostrando cómo su obra ha trascendido fronteras y ha resonado con lectores de culturas diversas. Nario también ha sido galardonado con premios de instituciones literarias, incluyendo el Instituto Latinoamericano de las Letras y la Organización Internacional de Escritores Sin Frontera. Aunque estos reconocimientos le llenan de orgullo, aclara que su verdadera satisfacción proviene del impacto que su escritura tiene en las personas. “Me siento satisfecho conmigo mismo; la poesía es una hermosa forma de gastar dinero que, sin embargo, me da felicidad”, confiesa con humor y sinceridad.                                                                                       

Proyectos futuros y legado literario

Lejos de considerar este libro como su última obra, Nario ya contempla una continuación para Un Salto a la Poesía. Aunque aún no ha definido el contenido, comenta que continúa escribiendo a diario y que se mantiene activo en su carrera literaria. Su deseo es dejar un legado que inspire a otros a reflexionar y buscar su propio propósito. “La poesía no es solo un ejercicio estético; es una invitación a pensar”, concluye Nario, subrayando el valor de la introspección y el autodescubrimiento.