Sobre este tema, hay más de un punto de vista. Nosotros nos adherimos a la tesis de Gilberto García Selgas, agrimensor, hombre público, parlamentario, quien en 1956 exponía sobre el tema en la publicación anual del “Heraldo Salteño” de la Radio Cultural, que dirigía mi padre. Ese año presentó un libro especialmente dedicado a la fundación del Salto.

Naturalmente que, para entender los orígenes de nuestra ciudad, es necesario conocer los acontecimientos históricos de la época. Tomaremos parcialmente el relato de García Selgas para darle mayor fuerza a los argumentos que hemos hecho nuestros.

"Paso del Campamento Viejo"

Para el historiador, el proceso de la fundación de Salto se inicia con la primera expedición del Gobernador del Río de la Plata, Andonaegui a las Misiones Orientales, con motivo de la Guerra Guaranítica. El español desembarca en el Rincón de las Gallinas, siguiendo su marcha por tierra. Cruza el arroyo Negro, el Queguay, y entra al actual Departamento de Salto por el Paso de las Piedras del Daymán, en el cual habrá de acampar por varios días a su regreso, dejándole el nombre de “Paso del Campamento Viejo”. Pasa luego el arroyo San Antonio y el arroyo Jesús, que hoy se llama Itapebí, y continúa hacia el norte, rumbo al Ibicuí y hacia los Pueblo de las Misiones. El Jefe de la extrema vanguardia es el comandante del Tercio de Santa Fé Don Felipe Portillo, quien, como inteligente de campo, explora los caminos y descubre que son practicables los pasos de Arapey Grande y de Yacuy que se llaman ambos Paso de Portillo.

El Salto Chico

Andonaegui cruza esos pasos y sigue su marcha hasta 25 leguas al sur del Ibicuí. El mal tiempo de aquel riguroso mes de julio le impide avanzar. Vuelve atrás hasta el arroyo de Tigre, pequeño afluente del Uruguay y situado en Artigas, y allí acampa durante varios días sin poder mover su ejército y viendo enflaquecer la caballada y el ganado de consumo. El 7 de agosto resuelve llamar a Consejo de Guerra y todos sus jefes opinan que es necesario retroceder hasta el Salto Grande. Así se hace, pero al llegar a este punto, el General decide continuar la retirada hasta el Salto Chico.

Batalla contra los indios

Allí establece su campamento hasta fines de setiembre. En esta fecha, mueve el campo hasta la costa del Daymán, donde el 3 de octubre libra una batalla contra los indios acaudillados por Rafael Paracatú. Mientras tanto, en el Puerto de Salto Chico, se mantenía la escuadrilla mandada por el capitán de navío don Juan de Echevarría. Según los avisos de los bomberos de Paracatú, la escuadrilla se componía de 20 lanchas. El campamento de Andonaegui estaba situado al sur del San Antonio. Allí son sometidos a interrogatorio varios indios que fueron tomados prisioneros, según consta en varias actas labradas con encabezamiento que dice “en este campamento del Salto Chico del Uruguay”, por el Maestre de Campo Don Manuel Domíniguez.

Gobernador de Montevideo, Don Joaquín de Viana

Aquí termina la etapa preliminar. Andonaegui levantó campo el 11 de octubre. Se fue al Paso del Chileno del Río Negro hasta que se prepara la segunda campaña. Pero en ella, el ejército español ya no sigue las marchas por la costa del Uruguay, sino por las puntas del Río Negro, más o menos el mismo derrotero que seguiría más tarde el General Alvear en 1826. Este camino era más largo que el de la costa. Al emprenderse esta segunda campaña, Andonaegui lleva como segundo Jefe al gobernador de Montevideo, Don Joaquín de Viana. Las operaciones tuvieron éxito militar completo, y la última acción fue la toma del Pueblo San Lorenzo, a cuya vista Viana no pudo contener una enérgica protesta contra los autores del convenio de la permuta, protesta que llegó a conocimiento de los portugueses y que éstos transmitieron más tarde al General Ceballos, dando lugar a toda una intriga contra Viana, que éste pulverizó antes de retirarse definitivamente de las Misiones, por medio de una amplia información que exigió y se hizo, según constancia del mismo General Ceballos.

(Continuará)