La situación de la recolección de residuos en el departamento de Salto atraviesa una crítica coyuntura que va más allá del simple anuncio de la adquisición de nuevos vehículos recolectores. Funcionarios de la Intendencia, bajo estricta reserva de identidad, revelaron los profundos problemas estructurales que enfrenta el sistema de gestión de residuos.

Según los testimonios recabados, la problemática actual supera la mera necesidad de camiones nuevos. Un funcionario con años de experiencia en el área de recolección denunció prácticas irregulares que evidencian la precariedad del servicio, llegando al extremo de recoger la basura de un lugar y simplemente desplazarla a otro, sin un tratamiento adecuado. El vertedero municipal presenta una situación crítica.

Basura que se acumula

Los funcionarios confirmaron que desde hace meses la basura se viene acumulando sin un manejo apropiado, agravado por las inoperatividad de la maquinarias, que se encuentra fuera de servicio por desperfectos mecánicos. Esta situación contrasta con los esfuerzos previos del departamento por modernizar el sistema de gestión de residuos. Anteriormente, se había anunciado implementar  un nuevo sistema de recolección de residuos sólidos urbanos, también  con el objetivo de cerrar el  vertedero a cielo abierto, como parte de una apuesta por la conservación del medio ambiente y la mejora en la calidad de vida de ciudadanos, hasta ahora nada, manifestaron los trabajadores.

Maquinaria abandonada

Si bien reconocen que en los últimos días llevaron una maquina Poclain, para desparramar residuos,  la misma  habría sido comprada por la OPP para destapar arroyos en caso de enchorradas,  los funcionarios ven con tristeza, que  la maquinaria de alto valor y con toda la tecnología están  abandonadas en el predio del vertedero municipal sin reparación.

Avances más aparentes que reales

Sin embargo, el testimonio de los trabajadores revela que los avances son más aparentes que reales. La llegada de nuevos camiones, lejos de ser una solución integral, representa apenas un paliativo superficial para un problema estructural que requiere una intervención mucho más profunda. La denuncia de los funcionarios, realizada bajo estricto anonimato por temor a posibles represalias, pone de manifiesto la urgente necesidad de una revisión compresible del sistema de gestión de residuos en Salto, que va más allá de la simple renovación del parque automotor.