A principios de los 80, la realidad del medio rural salteño era muy distinta a la actual. El único núcleo de viviendas del Movimiento de Erradicación de la vivienda insalubre rural (MEVIR) en todo el Departamento era el de Pueblo Celeste. No había energía eléctrica en los pueblos de tierra adentro ni otra comunicación con la ciudad que los radios de las seccionales y destacamentos policiales y algunos equipos B.L.U en grandes estancias, los que sólo se utilizaban en horarios predeterminados con grandes dificultades, propias de las transmisiones de la Banda Lateral Única.

Desde Pueblo Biassini tanto al sur por la ruta 4 o hacia el este por las 31 la rutas en realidad eran caminos sin asfaltar en muy mal estado, y por tramos, casi intransitables. El único liceo fuera de la ciudad estaba en Villa Constitución. Incluso, en la capital departamental, no existían los liceos del Ceibal, Salto Nuevo, Barrio Artigas, ni la Universidad tenía su edificio propio, ni tampoco el Centro Regional de Profesores del Litoral Sede Salto (CERP). Los niños, de familias modestas, que terminaban de cursar en las escuelas rurales estaban condenados a quedar en la campaña sin posibilidad alguna de continuar sus estudios ya fuere en la UTU o en los liceos salteños, debido a los limitados ingresos de sus familias.

Promesa electoral cumplida

Ante esa realidad, en las elecciones internas de los partidos políticos de 1982- cuando pudimos recorrer algunos pocos parajes rurales y tuvimos claro cual era el panorama existente en ese sentido- hicimos pública nuestra propuesta, que se convirtió en una promesa electoral en los comicios de 1984 como parte del programa de acción del ex intendente Don Ramón J. Vinci. Una vez que asumió el nuevo gobierno el 15 de febrero de 1985, nuestra bancada de ediles planteó el tema en la Junta Departamental. La idea fue recibida con gran entusiasmo en el legislativo, al igual que en la intendencia, donde el Escribano Malaquina hizo suya la iniciativa, decidido a llevarla adelante sin demora, dando expresas instrucciones a la Asesora del Área Social, la señora Graciela Delgado de Brum y nombrando una Comisión con amplias facultades para cumplir su cometidos.

Comisario Nestor Cayetano designado por Jefatura de Policía

Teniendo en cuenta que faltaban escasos días para el inicio de las clases, resultaría absolutamente imprescindible el concurso del Ministerio del Interior a través de los destacamentos policiales de la campaña para que fueran los lugares donde pudieran inscribirse los primeros estudiantes, y por tal razón, tras acordar con el Jefe de Policía el respaldo de la Jefatura, designó al Comisario Inspector Néstor Cayetano en la Comisión que pondría en marcha el Hogar.

Las radios AM

Las radios de AM cumplieron un rol fundamental en hacer saber a la población de la campaña la buena nueva y la nueva posibilidad que tendrían los jovencitos- algunos de los cuales no conocían la ciudad- para continuar sus estudios secundarios o técnicos.

Barraca del barrio Dos Naciones

Una de las barracas del barrio Dos Naciones funcionó, a poco de asumir el gobierno, como comedor popular y el otro se convertiría en el Hogar Estudiantil, donde ha funcionado ininterrumpidamente 40 años. Intensos fueron los trabajos preliminares, especialmente durante la semana de turismo de 1985 ya que el lunes siguiente debía comenzar a funcionar el Hogar. Y así fue. Con la colaboración desinteresada de tanta gente, se pudo lograr que Salto tuviera el primer Hogar Estudiantil del país de estas características. 40 años después, los logros están a la vista, así como el acierto de todo el gobierno departamental que asumió una vez recuperadas las instituciones.