
Carlos Ardaix /
El hombre que cambió la cara de la Expo Salto
Carlos “Carlitos” Ardaix es, para muchos, el corazón detrás de la transformación de la Expo Salto, un evento que hace 164 años celebra la producción ganadera, pero que gracias a su visión se ha convertido también en una verdadera fiesta del departamento, integrando cultura, música y comercio. Coordinador de eventos y empresario con más de 30 años de experiencia, Ardaix estuvo en el streaming de Diario La Prensa, donde repasó su trayectoria, los desafíos de la organización y la evolución de una exposición que hoy moviliza a miles de personas cada año.
“Volver a estar en esta casa es grato, porque considero a La Prensa una amiga”, expresó Ardaix, señalando la importancia de la prensa local para visibilizar lo positivo y valioso de la región. Para él, la Expo Salto es más que un espectáculo; es un espacio de encuentro que refleja el esfuerzo y la creatividad de los salteños.
La Expo Salto, tradición ganadera y orgullo local
La exposición ganadera, que este año cumple 164 ediciones, representa un mérito histórico. Ardaix destacó que mantener este evento en el tiempo es un desafío en un rubro altamente competitivo. La cabaña salteña ha ganado reconocimientos en prestigiosas pistas de Sudamérica, incluyendo el Prado y Palermo, gracias a la dedicación de los productores y al trabajo técnico que evoluciona constantemente.
“Los animales viven prácticamente como reyes, cuidados en detalle, alimentados y monitoreados por expertos para evitar cualquier problema de salud”, explicó Ardaix. Esta rigurosidad refleja el orgullo del departamento por mantener y mejorar la genética de sus razas, contribuyendo al progreso agropecuario y generando divisas para el país.
Transformando la Expo en un evento para todos
Si la Expo comenzó como un espacio exclusivamente agropecuario, la intervención de Ardaix cambió radicalmente su enfoque. Según contó, su propuesta fue ampliar la mirada hacia la comunidad: música, espectáculos y ferias de productos locales. “Cuando me invitaron a ocuparme de la parte social, yo dije: ‘Yo nunca fui a una Expo ganadera, lo mío es el espectáculo’. Así que me sentí en mi salsa”, relató.
El crecimiento fue gradual. Lo que empezó con ocho expositores y materiales rudimentarios se transformó en galpones con más de 50 stands, incorporando artesanos, comerciantes y productores que hoy presentan sus productos con orgullo. Ardaix destacó que, a medida que la Expo crecía, los visitantes descubrieron talentos locales desconocidos, valorando productos hechos a mano y fomentando el comercio local.
Coordinación, logística y seguridad
El éxito de la Expo no solo depende de los espectáculos y la oferta cultural, sino también de la planificación meticulosa. Ardaix detalló que se realizan reuniones periódicas con la policía, CECOED y servicios médicos para garantizar la seguridad del público. “Hemos hecho hincapié en que es un evento familiar. Los menores de 12 años ingresan gratis, y las escuelas y liceos también participan sin costo, fomentando la educación y el conocimiento sobre la actividad agropecuaria”, explicó.
El cuidado en los detalles logísticos es parte del secreto de la Expo. Desde la distribución de los stands hasta la organización de los espacios al aire libre y techados, cada elemento es planificado con meses de anticipación. La presencia de empresas locales y extranjeras que aprovechan el evento para presentar productos es otro indicador del impacto económico de la muestra.
Del espectáculo a la vidriera comercial
Para Ardaix, la Expo no solo entretiene, sino que también representa una oportunidad de negocio. “Ves empresarios esperando la Expo para presentar artículos que no se ven todo el año. Es una vidriera, y además mueve la economía local. Los restaurantes, las cantinas, los servicios de alimentación y los comercios se benefician enormemente”, afirmó. Los expositores fieles reflejan la eficacia de su gestión. “Cuando identificamos a alguien con espíritu de trabajar y atender bien a la gente, se queda con nosotros todos los años. Es un reconocimiento implícito a nuestra organización”, señaló.
Un crecimiento sostenido y reconocido
La expansión de la Expo no fue inmediata. Ardaix recordó que los primeros años requirieron paciencia y persistencia. Solo después de cinco o diez años de trabajo constante se consolidó la confianza del público y de los expositores. Hoy, la exposición mueve a más de 22.000 personas por día y genera un impacto visible en la ciudad. “El razonamiento es lógico: cuando el trabajo del equipo vale la pena, los frutos se ven. La gente viene de otros departamentos y de países vecinos, y pregunta por la exposición. Eso es reconocimiento al esfuerzo”, destacó.
Un evento familiar y educativo
La Expo Salto también cumple un rol educativo. Al invitar a escolares y estudiantes a conocer las razas y la producción local, se fomenta el aprendizaje práctico sobre agroindustria y cultura regional. Ardaix subrayó la importancia de acompañar a los alumnos con guías expertos que expliquen cada detalle. “No se trata solo de ver, sino de comprender y valorar lo que hay detrás de cada producto y cada animal”, afirmó.
Experiencia y profesionalismo detrás del éxito
Con más de 30 años dedicados a la organización de eventos, Carlos Ardaix se ha convertido en una figura indispensable para la Expo. Su experiencia en espectáculos y festivales le permitió introducir innovaciones, profesionalizar la logística y asegurar la calidad de cada edición. Su relación con la Asociación Agropecuaria de Salto es un ejemplo de colaboración y respeto mutuo: cada año se complementan para que el evento sea un éxito tanto en lo social como en lo agropecuario.
“No hay lugar para improvisaciones. Todo sale a los 31 años porque hay que planificar, coordinar y estar atentos a los detalles. No se puede descuidar la organización”, aseguró. La constancia y la profesionalidad son, según él, la base de cualquier logro sostenible.
Reconocimiento y legado
Ardaix ha pasado de ser un coordinador de espectáculos a una institución paralela de la Asociación Agropecuaria, consolidando un espacio que antes no existía y transformando la Expo en un evento de referencia nacional. Su labor no solo ha fortalecido la cultura y el comercio local, sino que también ha inspirado a futuras generaciones de organizadores de eventos. “La Expo refleja el esfuerzo de la gente de Salto y su capacidad de superación. Hoy, gracias al trabajo de todos, tenemos un evento que es orgullo del departamento y que además genera economía, educación y entretenimiento”, concluyó.
Una mirada hacia el futuro
Con la edición 2025 a la vuelta de la esquina, Ardaix sigue trabajando con la misma pasión de siempre. Cada detalle es planificado, cada espectáculo evaluado y cada expositor acompañado. La meta es clara: mantener la Expo Salto como un evento familiar, educativo y de alta calidad, que continúe destacando a Salto en el mapa cultural y económico del país. “Con buen tiempo, buena concurrencia. Pero sobre todo, con planificación, trabajo y entusiasmo, vamos a seguir haciendo de la Expo una experiencia inolvidable para todos”, afirmó.
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