Ayer viernes, en su hogar y templo ubicado en San Martín 260 (barrio Cien Manzanas) el Pae de Umbanda Richard Soto comenzó a entregar canastas de alimentos a familias que lo necesitan. Es una tarea social que, en complemento a la religiosa, este salteño lleva adelante desde hace casi tres décadas y con la que atiende actualmente a más de 100 familias.

Fuerte crítica a los políticos

Dijo Soto el jueves: "Pasan los gobiernos y yo sigo dando una mano a los más vulnerables. Dar para recibir. Ayer subió el precio de la leche; por suerte en la canasta que son para niños va leche en polvo. Para una familia numerosa es imposible darle todos los días leche. Las autoridades siguen sin pensar en los que menos tienen. Hay meses que reparto galleta, carne, frutas y verduras, pero no es siempre porque solo, sin ayuda de la Intendencia o del Gobierno Nacional es imposible...". Comentó al día siguiente: “Comencé hoy a entregar canastas de comestibles a quienes asisto socialmente. Qué feo que todos quienes se postulan como Intendente, de derecha e izquierda, sabiendo que mi obra social está presente en familias de diferentes barrios de Salto, ninguno me trajo nada, ninguno colaboró con alimentos no perecederos…”.

Cabe recordar que el año pasado, durante varios meses, Soto dedicó mucho tiempo a la elaboración y venta de milanesas a fin de recaudar fondos para sostener la obra. Años antes, en el invierno y en más de una ocasión elaboró y vendió buseca. Y así fue siempre buscando diferentes caminos para mantener una obra de esta magnitud que no cuenta con ningún apoyo estatal. Allá por los inicios de su obra, la solidaridad se plasmaba en merienda para niños de barrio Fátima y cercanos, luego pasó a ser entrega de almuerzo hasta que llegó la pandemia e interrumpió esta acción, fue entonces que pasó a tener la modalidad de entrega de canastas de alimentos, lo que se mantiene hasta hoy.

Importancia de la fe

Y el mismo viernes escribió en sus redes: “Inspirado siempre en mi fe, esta fe compartida que día tras día que irradio, que se multiplica, que llega ser sonora… Hoy con mucho amor desde mi sentir entregué canastas de comestibles a quienes asisto socialmente. Hoy tenía mucha gente en la sala de espera para consultarme y me vieron con la amabilidad que me dirigía a aquellos que menos tienen, supe darme tiempo para todo. Nada es casual que en un día con tanta entrega de mi parte y ofrendar el alimento tan necesario para aquellos que me necesitan, hoy tanta gente que me consultan me agradecieron por estar en sus vidas y haberles abiertos los caminos. Creo firmemente que nada saldría bien si yo no lo pongo fe…”.