Ante la agresión sufrida por una colega y trabajadoras de una clínica veterinaria en Salto, el pasado 7 de julio, la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay y el Centro Médico Veterinario de Salto expresan su firme preocupación por los hechos ocurridos. Los veterinarios, como profesionales de la salud, se comprometen a brindar sus servicios con la máxima dedicación y responsabilidad, en el marco de los principios éticos que rigen su labor. No obstante, también se debe reconocer su derecho a una remuneración justa que contemple el servicio prestado, sus competencias y su calificación profesional.

La violencia en entornos asistenciales es inadmisible, ya que pone en peligro tanto la integridad de los trabajadores como el funcionamiento de los servicios esenciales relacionados con la salud animal. En este sentido, la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay y el Centro Médico Veterinario de Salto condenan enérgicamente cualquier acto de agresión y manifiestan su solidaridad con la funcionaria y la colega afectada, así como con el equipo técnico que intervino para controlar la situación. Asimismo, exhortan a las autoridades competentes a continuar con las acciones necesarias para garantizar que hechos como este no queden impunes, promoviendo así la prevención de situaciones similares en el futuro.