Días pasados, cronistas de este diario recibieron de parte de un lector, la foto que ilustra esta nota. Según contó, se la acercó a él un circunstancial visitante de la ciudad, que en una recorrida tomó la foto y se interesó por conocer más de la historia de esta construcción. Se trata de una muy antigua fachada, de los tiempos en que las paredes de piedra y con gruesos barrotes de hierro eran más habituales. Está ubicada en la esquina sureste de Avda. Orestes Lanza y Catalina Harriague de Castaños, donde hoy luce una moderna rotonda.

Construida por Magnatti

Por averiguaciones, los cronistas pudieron saber que fue la entrada principal de la casa de la familia Irabuena. Así, fue posible dialogar con la Lourdes Irabuena, profesora de Historia, quien narró:

“Es la entrada de la casa de mis tíos. De niños jugábamos en esa entrada y una de las travesuras era pasar por los barrotes. Fue construida por Francisco Magnatti, constructor italiano que hizo la casa también. Este constructor hizo varias casas en Salto. El constructor tenía sus casas en Rincón 454, hoy un poco deterioradas. Excelente construcción en su interior, yo también iba de paseo porque conocíamos a su hija y a todos. En Saladero mismo vivía el suegro de Magnatti, también italiano, de apellido Pomponio, que por Catalina Harriague de Castaños también tenía y está una casita con arcadas. Ahora la están modificando (…) la de las arcadas tenían estilo...Vivía la familia Pomponio - Botti, aún viven los nietos y bisnietos de esta familia, conocidos profesionales (...) Recuerdo esa casa porque tenía mi propia silla original e íbamos a jugar, había un galpón grande y muchas plantas de glicinas. Graciela Magnatti nos enseñaba a trabajar en una especie de laboratorio, hacíamos experimentos con flores”.