Días pasados, en torno a un nuevo cumpleaños de Gonzalo Barboza Sisnández, el joven desaparecido el 28 de noviembre de 2022, LA PRENSA dialogó una vez más con María Luisa Nogueira, persona de estrecho vínculo con la familia. Pese a la angustia permanente de seguir sin pistas sobre el paradero de Gonzalo, se mostró satisfecha porque desde febrero regirá en Uruguay el Alerta Ámbar. Se trata de una serie de protocolos aprobados internacionalmente, para activar apenas se denuncia una ausencia. Pero además, Nogueira fue muy crítica con la forma de actuar el Estado Uruguayo ante estos casos; a modo de ejemplo, dijo que en el caso del joven salteño "se perdieron 10 días de investigación".

Cuando se constató su ausencia en el hogar en que estaba alojado (departamento de Paysandú), la denuncia se realizó por teléfono, y fue un error, ya que esto se debe realizar personalmente. El error conllevó a que no ingresara inmediatamente la denuncia e incluso se diera un hecho casi insólito: un patrullero trasladó a Gonzalo varios quilómetros, sin saber los efectivos policiales que a quien transportaban había sido denunciado como ausente un rato antes. Pero además de esa falla en los procedimientos, hubo otras, señaló Nogueira, como el desconocimiento de algunos propios policías que las denuncias de este tipo pueden y deben tomarse en cualquier dependencia del país. Es así que los tiempos se extendieron. La búsqueda se fue postergando y "los primeros 10 días fueron perdidos", aseguró. 

Un país que no está preparado

En nuestro país "no tenemos un protocolo unificado a nivel nacional, no tenemos personal suficiente, no tenemos tecnología, no se tiene las herramientas más imprescindibles", comenzó diciendo, para luego ir desgranando algunos de estos conceptos. Dijo que "al día de hoy, hay solo 14 funcionarios en el Departamento de Registro de Personas Ausentes del Ministerio, para todo el país, que están instaladas en Montevideo". Además "el protocolo que se aplica en Montevideo no es el mismo que se aplica en Bella Unión, en el Chuy, en Salto, es totalmente distinto y nosotros mismos no estamos informados".

Mitos a derribar

Asimismo habló de algunos "mitos" que deben ser derribados, como el de creer que hay que esperar 24 o 48 horas para recién denunciar. "Eso no es así -comentó-; hace mucho tiempo que dejó de existir, y el primero que debería saberlo es el funcionario que nos toma la denuncia. Antiguamente se esperaba esas horas para recibirnos la denuncia, hoy no. Hoy se tiene que recibir la denuncia al momento que el familiar siente que es irregular la comunicación de esa persona que él va a denunciar como ausente. Otras falsa creencia es en que se puede denunciar telefónicamente que hay una persona ausente: "nos pasó a nosotros con Gonzalo; hay que saber que si yo tengo la sospecha que mi hija está ausente en Montevideo y yo estoy en Salto, tengo que ir a la comisaría que tenga más cercana y tengo que denunciar que no tengo contacto desde tal hora y que eso es inusual, y me deben tomar la denuncia. Pero además la denuncia se debe hacer personalmente. Son cosas que no se cumplen; como Gonzalo estaba radicado un Paysandú, a Andrea (la mamá) la hacían ir  y  venir continuamente y nadie se hacía cargo porque no se sabía dónde debían radicar la denuncia".

Alerta Amber desde febrero

Pese al dolor, tras mucho tiempo de gestiones a nivel parlamentario, la familia de Gonzalo Barboza siente la satisfacción de haber sido fundamental para que finalmente se aprobara en Uruguay lo que se conoce como Alerta Amber. Comenzará a regir desde febrero. Se trata de un sistema de notificación de emergencia creado para ayudar en la búsqueda y localización de menores de edad desaparecidos. En ese sentido, dijo Nogueira que "falta mucho por hacer todavía, como pensar en personas mayores de edad, que incluso en Salto tenemos un señor que está ausente".

Este alerta se activa cuando las autoridades confirman un secuestro o desaparición de un menor que podría estar en peligro. Los mensajes de alerta se transmiten rápidamente a través de medios como televisión, radio, teléfonos móviles, redes sociales, carteles y otros sistemas de comunicación.

Un aspecto de los más importantes, es que estos protocolos incluyen una especial atención a las fronteras nacionales para evitar la salida de personas sin autorización. "No puede ser que siendo un país tan chico, no podamos controlar las fronteras en estos casos, pero tiene que ser en las primeras horas a partir de constatar la ausencia, que son las horas fundamentales, subrayó.