
Ignacio Cabrera y el triunfo de CELISANO /
El alfajor sin gluten que conquistó Uruguay
De Salto al podio nacional, cómo una pequeña empresa familiar ganó el primer premio en la Feria Internacional del Alfajor
En un mundo saturado de golosinas tradicionales, CELISANO, una empresa uruguaya con sede en Salto, logró destacarse por lo más inesperado, un alfajor sin gluten ni lactosa y con membrillo. En la reciente tercera edición de la Feria Internacional del Alfajor, realizada en Montevideo, CELISANO se llevó el primer premio, sorprendiendo tanto a los organizadores como a los propios emprendedores detrás del proyecto.
“Fue una sorpresa total”, confesó Ignacio Cabrera, contador de profesión y uno de los fundadores de la empresa. “Participamos sin muchas expectativas y terminamos ganando el primer premio, lo que fue un mimo enorme para todo el equipo”.
Alfajores inclusivos y sabrosos
Lo que distingue a CELISANO no es solo su enfoque en la calidad, sino su compromiso con la inclusión alimentaria. Todos sus productos son libres de gluten, una decisión que nace no solo de una estrategia de mercado, sino también de una convicción personal.
“El nombre CELISANO viene de ‘celíaco’ y ‘sano’”, explica Cabrera. “Nuestra planta está habilitada como libre de gluten por el Ministerio de Salud Pública. Eso significa que no solo evitamos el trigo, sino que eliminamos cualquier posibilidad de contaminación cruzada”.
El alfajor premiado, que lleva un dulce relleno de membrillo, es también libre de lactosa y derivados lácteos, lo que lo hace apto para personas alérgicas, intolerantes o simplemente con una alimentación más consciente. Pero lo mejor, según Cabrera, es que “además de saludable, es rico”.
Y esa es la clave. Porque en una feria que reunió a más de 80 propuestas de alfajores, muchas de ellas exóticas y elaboradas con ingredientes gourmet desde fernet hasta panceta, el jurado internacional optó por premiar la sencillez, el sabor tradicional y la propuesta saludable de CELISANO.
Desde Salto, para todo el país
La planta de CELISANO se encuentra en Salto, al norte de Uruguay. Allí comenzó esta historia emprendedora, con apenas tres personas en el equipo inicial. Hoy son once los integrantes de esta pequeña gran familia laboral.
“No es fácil emprender en Uruguay”, señaló Cabrera, “y menos aún en el interior. Por eso desde 2022 empezamos a expandirnos hacia otros departamentos. Hoy vendemos en casi todo el país, pero el 80% de nuestras ventas se concentran en Montevideo y su área metropolitana”.
La empresa ofrece dos líneas principales de productos: una de productos frescos (como alfajores y galletitas) y otra congelada (con pizzas, chipá, churros, y próximamente, cookies y pancitos congelados). La apuesta es amplia, pero siempre con el mismo objetivo: que todo sea libre de gluten, sabroso y apto para diferentes públicos.
Mucho más que para celíacos
Aunque en Uruguay se estima que hay unos 34.000 celíacos, alrededor del 1% de la población, CELISANO apunta a un público mucho más amplio. “Nos dimos cuenta de que nuestros productos los consume gente que no es celíaca, pero quiere comer más sano, sentirse más liviano, evitar inflamaciones”, comenta Cabrera. “Es una tendencia creciente. Cada vez más personas buscan productos sin gluten, aunque no tengan una enfermedad diagnosticada”.
Por eso, el éxito de CELISANO no es una moda pasajera, sino una respuesta coherente a una demanda real de alimentos más inclusivos, sin sacrificar sabor ni calidad.
La intuición del membrillo
Uno de los aspectos más curiosos del alfajor premiado es su relleno. En un mercado dominado por el dulce de leche, CELISANO apostó por el membrillo. “Fue una intuición mía”, admitió Cabrera. “Ya habíamos participado anteriormente con uno de chocolate, pero esta vez quisimos probar algo distinto. Sabíamos que era bueno, pero nunca imaginamos quedar primeros”.
La elección del membrillo, según Cabrera, fue estratégica, se trata de un ingrediente tradicional que aporta dulzura, liviandad y un toque nostálgico, sin caer en lo empalagoso. “Si no te gusta el membrillo, bueno, no hay vuelta. Pero si te gusta, vas a querer repetir”.
Incluso profesionales de la gastronomía lo confirmaron. Durante la feria, alumnos y profesores de la Escuela de Gastronomía de la UTU, que también estaban haciendo alfajores (con gluten), probaron el de CELISANO y dijeron: “Esto es nivel Dios”. Palabras que aún resuenan en la memoria del emprendedor.
Exportar lo nuestro
Con los pies bien plantados en tierra salteña, pero la mirada en el horizonte, CELISANO ya comenzó a explorar mercados internacionales. En mayo, viajaron con Uruguay XXI a la Feria Apas Show en São Paulo, Brasil, con la esperanza de abrir nuevos canales de exportación.
“Uruguay es chiquito”, dice Cabrera, “pero tenemos dos gigantes al lado. Argentina y Brasil tienen mercados enormes. Y nosotros estamos geográficamente muy bien ubicados, cruzás la represa y estás en Argentina; en una hora y media estás en Brasil”. Exportar no es sencillo, claro. Requiere asesoramiento, registros, logística. Pero la empresa ya está dando los primeros pasos, con la ventaja de tener un producto único y premiado como carta de presentación.
“Antes éramos solo CELISANO. Ahora somos la empresa uruguaya que ganó el primer premio en la Feria Internacional del Alfajor. Eso te abre puertas”, afirmó Cabrera.
Una receta hecha con amor
En el fondo, todo vuelve a lo esencial. El equipo de CELISANO, según su fundador, no se mueve solo por el negocio, sino por una filosofía. “Somos como una familia. Y cada producto que sale de nuestra planta está hecho con cariño, con afecto, con buenas recetas. Eso no es un eslogan, es nuestra realidad. Y creemos que eso se nota en el sabor”.
Con humildad, dedicación y una buena dosis de innovación, CELISANO está demostrando que desde el interior también se pueden hacer cosas grandes. Y que un alfajor sencillo, sin gluten ni lácteos, puede convertirse en un embajador del sabor uruguayo en el mundo.
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