"Parece mentira las cosas que veo, por las calles de Salto", parafraseando aquella popular canción del cantautor Jaime Roos haciendo mención a su Montevideo natal. Es que en la fachada de una casa al este de la ciudad, por calle Santos Errandonea entre Uruguay y Brasil, un pequeño productor pone lechugas a la venta en modo autoservice, dando la instrucción de que el valor de $50 debe ser abonado por cliente, insertando el dinero en el buzón de cartas.

En el mercado global actual, la comercialización de frutas y hortalizas ha evolucionado significativamente, adoptando enfoques innovadores para satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores. Un ejemplo destacado es el uso de sistemas de autoservicio, como el emprendimiento que motiva esta nota en nuestra ciudad. En este caso, la casa ofrece lechugas con un sistema de pago a través de un buzón, la mercadería está debidamente cuidada, embolsada y con agua en el fondo de la misma para preservación de la hortaliza.  Esta modalidad no solo fomenta la confianza entre los productores y consumidores, sino que también reduce los costes operativos al prescindir de personal de venta.

Como cronistas, y que nos quedamos un rato en el lugar observado el comportamiento de quienes circulaban por allí, a nadie se le ocurrió parar y retirar una lechuga sin pagar, por el contrario, 2 vecinos retiraron un par de lechugas y abonaron el importe en la forma indicada en el cartel. Lo que habla de un comportamiento civilizado y moderno de nuestra sociedad.

Formas modernas de comercialización

Otra forma novedosa es la venta directa a través de plataformas digitales. Muchas granjas y pequeños productores han comenzado a utilizar aplicaciones móviles,  sitios web y redes sociales para vender sus productos directamente a los consumidores. Esto no solo permite eliminar intermediarios, sino que también ofrece a los clientes la posibilidad de conocer el origen de los productos y recibirlos frescos directamente en sus hogares.

Según pudimos investigar, el comercio de frutas y hortalizas a través de suscripciones es otra estrategia emergente. Los consumidores pueden suscribirse para recibir cajas de productos frescos de temporada en intervalos regulares, lo que asegura un flujo constante de ingresos para los agricultores y una provisión continua de productos frescos para los consumidores.

Las ferias tradicionales

Otras prácticas más tradicionales se siguen llevando adelante, en donde revendedores compran al mayoreo y venden al público final en ferias, como la de Av. Rodó, Bo. San Martín y tantos puntos mas, conformando mercados de agricultores móviles que se desplazan por distintos lugares.  Esta metodología permite a los residentes acceder a productos frescos sin necesidad de desplazarse. Estos mercados no solo facilitan el acceso a alimentos saludables, sino que también fortalecen la comunidad.

En resumen, estas estrategias innovadoras están transformando la forma en que se comercializan las frutas y hortalizas, haciendo que el proceso sea más eficiente, transparente y accesible para todos.