
Salto /
Necesita con urgencia un comedor del INDA
La situación alimentaria en Salto continúa siendo motivo de profunda preocupación, reflejando una realidad social que, lejos de mejorar, se mantiene en niveles alarmantes. Por ello, retomar la idea de instalar en nuestra ciudad un comedor del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) resulta no solo pertinente, sino absolutamente necesario.
Hace ya varios años, durante una administración frenteamplista en el gobierno departamental, se barajó la posibilidad concreta de que el INDA abriera un comedor en Salto. Incluso, un edil del Frente Amplio mencionó que se estaba evaluando la posibilidad de utilizar las instalaciones de la vieja Estación Midland como sede de dicho servicio. Se hablaba entonces de atender a un par de miles de personas en situación de vulnerabilidad, lo que ya demostraba la magnitud del problema en aquel momento.
El proyecto quedó en palabras
Sin embargo, pese a la claridad del diagnóstico y a la urgencia del tema, el proyecto quedó en palabras. Nunca se concretó ni el local, ni la gestión necesaria para establecer el comedor. Se esgrimieron razones logísticas sobre la ubicación —alejada de muchas zonas carenciadas—, y como suele suceder con muchas buenas ideas, terminó archivada sin mayores explicaciones.
Demanda alimentaria
Hoy, la situación no solo no ha cambiado, sino que probablemente se ha agravado. Como lo informaba recientemente La Prensa, persiste en nuestra ciudad una elevada demanda alimentaria, tanto en el núcleo urbano como en zonas del interior profundo del departamento. Comedores barriales, merenderos comunitarios y otras iniciativas solidarias han intentado, con escasos recursos, cubrir una necesidad que requiere políticas públicas sostenidas y de alcance nacional.
Colaboración de la Intendencia
Hasta hace poco tiempo, la Intendencia de Salto colaboraba con estas organizaciones mediante un aporte fijo de unos 250 mil pesos mensuales, provenientes de la recaudación del estacionamiento tarifado en la zona azul del microcentro. Aunque valioso, ese apoyo es claramente insuficiente frente a una problemática estructural que requiere el respaldo del Estado central, a través de organismos como el INDA.
Agenda pública
Es hora de que este asunto vuelva a la agenda pública, no solo como una promesa sino como una prioridad concreta. El hambre no espera, y Salto no puede seguir dependiendo exclusivamente de la voluntad de vecinos solidarios o de los fondos limitados del gobierno departamental. La instalación de un comedor del INDA en Salto sería una señal clara de que el país no le da la espalda a los más necesitados, y una respuesta acorde a una realidad que, lamentablemente, sigue golpeando con fuerza. El Estado debe estar presente donde más se lo necesita. Y Salto, sin dudas, lo necesita.
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