Con el inicio de clases, más el fin de las vacaciones veraniegas y la consiguiente normalización de las mas diversas actividades ciudadanas, vuelve a darse la problemática del tránsito congestionado, de la falta de espacio para estacionamiento especialmente en el micro centro y ante jardines de infantes, escuelas, liceos, sedes universitarias, etc. Algo que diariamente se genera al inicio y fin de cada jornada laboral.

Asi, se repiten los problemas de estacionamientos en doble fila, a las entradas de garajes privados, todo lo que vaya si complica el tránsito en general y en especial de los ómnibus urbanos, que de esa forma no tienen espacio para pasar. Esa es la imagen diaria que vemos y soportamos en nuestras calles.

Más, cuando padres y madres que estacionan donde se puede y también donde no deberían, mientras acompañan a sus hijos al centro de estudios, o ya que están, hacen alguna compra o improvisan una reunión al paso, intercambiando quejas, situaciones que viven los hijos, etc. etc.  De esta forma, el tránsito y los estacionamientos, son disputados y complicados, por la simple, pero real razón de que en Salto, el parque automotor y de motos, largamente supero la estructura y capacidad ciudadana actual. Todo lo que se suma, a la falta de educación y la adopción de malas costumbres en el diario transitar salteño,  no olvidándonos, de el mal estado o falta de mantenimiento de las calles y también de las veredas, donde faltan muchas baldosas. Todo lo que es poco controlado, dirigido, con una notoria falta de ideas de quienes gestionan la ciudad y el departamento.