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Celeste López, Virginia Curbelo y Antonio Núñez hablan sobre el triunfo en el carnaval, el legado del candombe y los desafíos de mantener viva la tradición. El Carnaval de 2025 en Salto quedará en la memoria de muchos, pero especialmente en la de los integrantes de la comparsa Tunguelé, que una vez más se consagró como la gran ganadora. Con un recorrido de más de 20 años, la agrupación ha logrado consolidarse como un emblema del candombe en Uruguay, manteniendo viva la esencia de esta expresión cultural a través de generaciones.

En una entrevista exclusiva con La Prensa Streaming, Celeste López, directora de la comparsa, junto a Virginia Curbelo y Antonio Núñez, el niño escobero que ha cautivado al público, compartieron su alegría por la victoria y reflexionaron sobre la trayectoria, los desafíos y la pasión que mantiene en pie a Tunguelé.

Un legado de pasión y compromiso

Desde sus inicios, Tunguelé ha sido más que una comparsa: ha sido un símbolo de resistencia cultural y un espacio donde la comunidad se reúne en torno al candombe. Su historia se remonta a un grupo de músicos aficionados que, en 2004, decidieron darle una estructura formal a la agrupación, llevándola de un simple encuentro de tamborileros a una compañía reconocida a nivel nacional e internacional.

"En los primeros años, la comparsa fue creciendo gracias al esfuerzo de muchas personas", recordó Virginia Curbelo, integrante histórica de la agrupación. "Desde entonces, nos hemos mantenido con una estructura organizativa fuerte, con comisiones directivas que trabajan durante todo el año para sostener este proyecto".

El liderazgo de Celeste López ha sido clave en la continuidad del grupo. Aunque se incorporó más recientemente, ha sabido llevar adelante la dirección con compromiso y dedicación. "Mi rol es solo una parte del todo", afirmó López. "Lo importante es el equipo humano que mantiene viva la comparsa. Sin ellos, nada de esto sería posible".

El esfuerzo detrás del éxito

El triunfo en el Carnaval 2025 no llegó por casualidad. Más allá del brillo de los desfiles y el colorido de los trajes, hay un trabajo intenso que se desarrolla durante todo el año. La preparación para el carnaval comienza con meses de anticipación, con ensayos, confección de vestuarios, organización de eventos y búsqueda de recursos para sostener la comparsa.

"Es un esfuerzo enorme", explicó López. "Nos financiamos con rifas, ventas de comida y eventos benéficos. Además, conseguimos algunos sponsors, pero la mayor parte del trabajo recae en los integrantes, que hacen sacrificios personales para que esto funcione".

El vestuario es un aspecto fundamental de la presentación. Desde las plumas de las vedettes hasta los trajes de los tamborileros, cada detalle es cuidado al máximo. "Cada año debemos renovar muchas cosas", señaló Curbelo. "Desde los tambores hasta las cholas, cada elemento tiene su importancia en la puesta en escena".

Antonio Núñez, el niño escobero que se roba el show

Uno de los momentos más emotivos de la entrevista fue el protagonizado por Antonio Núñez, el niño escobero de Tunguelé. A sus seis años, Antonio ha demostrado un talento innato para el candombe y se ha convertido en una de las grandes atracciones de la comparsa. "Yo primero quería tocar el tambor", contó entre risas. "Pero era muy pesado para mí, así que cambié por la bandera, y después por el escobero. Me gusta porque puedo moverme más y jugar con los pasos".

Su dedicación y entusiasmo han conquistado al público y a sus propios compañeros. "Antonio es el futuro del candombe". "Ver a niños como él integrarse a la comparsa con tanto amor y entrega es lo que nos motiva a seguir adelante".

El candombe como identidad y cultura

Más allá del espectáculo, Tunguelé trabaja en la difusión del candombe como una manifestación cultural y un legado histórico de la comunidad afrodescendiente en Uruguay. "Nos preguntamos internamente: ¿por qué estamos en Tunguelé? ¿Qué significa realmente el candombe para nosotros?", reflexionó Curbelo.

La respuesta ha sido clara: más que una actividad festiva, el candombe es una forma de vida, una expresión de identidad y una manera de contar la historia de una comunidad. "Queremos que nuestros integrantes entiendan la profundidad de lo que hacemos", dijo López. "No se trata solo de salir a bailar, sino de conocer la historia y respetar la tradición".

Este compromiso con la educación cultural ha llevado a la comparsa a generar espacios de aprendizaje y reflexión dentro del grupo. "Hemos trabajado en la formación de nuestros integrantes, compartiendo conocimientos sobre la historia del candombe, su origen y su importancia en la cultura uruguaya".

Desafíos y el futuro de Tunguelé

A pesar de su éxito y reconocimiento, el camino no ha sido fácil para Tunguelé. La falta de apoyo institucional es uno de los mayores obstáculos que enfrentan las comparsas de candombe en Uruguay. "Nos toca ser los que organizamos actividades como el Día Nacional del Candombe porque no hay un verdadero respaldo desde las instituciones culturales". "A pesar de ser una expresión cultural única de Uruguay, muchas veces es relegada en la agenda oficial".

Sin embargo, el grupo no baja los brazos. "Lo importante es seguir insistiendo y haciendo ruido", sostuvo López. "Sabemos que el candombe ha crecido mucho en los últimos años y que cada vez hay más comparsas que se suman. Es un trabajo de todos".

Un mensaje de compromiso y esperanza

Al finalizar la entrevista, los integrantes de Tunguelé enviaron un mensaje a la comunidad y a las nuevas generaciones que desean involucrarse en el candombe. "Esto no termina con el carnaval", dijo López. "El candombe es un compromiso de todo el año. A quienes quieran sumarse, les decimos que vengan con ganas de aprender y de formar parte de algo más grande que una simple comparsa".

Por su parte, Curbelo destacó la importancia de la unidad dentro de los grupos. "El éxito de Tunguelé no se basa en un solo individuo, sino en la fuerza del colectivo. Sin ese espíritu de trabajo en equipo, nada de esto sería posible".

Finalmente, Antonio Núñez, con su energía contagiosa, dejó un mensaje claro: "Me gusta estar en Tunguelé porque el candombe es lindo y quiero seguir aprendiendo".

Con ese mismo espíritu, Tunguelé continúa su camino, manteniendo vivo el latido del candombe en Salto y reafirmando su lugar como una de las comparsas más emblemáticas del carnaval uruguayo.

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