Se dio a conocer el “libro blanco” que traza un diagnóstico del sistema carcelario uruguayo y las líneas estratégicas para su posible reforma. El trabajo, presentado por el Ministerio del Interior (MI), fue realizado con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo. La redacción correspondió a la Sociología Ana Vigna y la coordinación fue del asesor del MI, Diego Sanjurjo. Entre otros aspectos, en el texto se señala que la “reinserción social”, como un concepto que va más allá de la rehabilitación, debe ser la meta que oriente el diseño y funcionamiento del sistema. 

El “libro blanco” propone repensar los niveles de encarcelamiento y jerarquizar las medidas alternativas a la prisión; tener un instituto penitenciario con autonomía técnica y presupuestal que implique la salida de las cárceles de la órbita de Interior y la creación de una ley de ejecución penal integral. También se sugiere una ley orgánica para las cárceles y la creación de un Consejo interinstitucional que permita comprometer los recursos necesarios y acuerdos programáticos en política penitenciaria. Se señala la necesidad de disminuir el uso de la prisión preventiva a favor de medidas alternativas, promover estrategias de puerta de salida tales como salidas transitorias y libertades anticipadas y universalizar las posibilidades de redención de pena por trabajo o estudio. 

En la presentación del “libro blanco” estuvieron presentes el ministro de Interior actual, Nicolás Martinelli, y quien será su sucesor, Carlos Negro.  Ambos se abrazaron y Martinelli le deseó una buena gestión al ex fiscal de Homicidios. Por su lado, el coordinador de Estrategias Focalizadas de Prevención Policial del Delito en el Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, destacó el buen vínculo que Negro tuvo con él y con Martinelli, cuando se desempeñaba como fiscal.