Una decisión simbólica anunciada el Día del Libro: el histórico edificio de 18 de Julio dejará de recibir público a partir del martes 27. Al tiempo que LA PRENSA hablaba ayer del Día Nacional del Libro y explicaba que la fecha elegida respondía a la inauguración de la primera biblioteca pública (26 de mayo de 1816), se anunciaba su cierre, el que se espera sea solo pasajero. Es decir, en una coincidencia que no pasó desapercibida, la Biblioteca Nacional de Uruguay anunció su cierre al público justo el 26 de mayo, Día Nacional del Libro y fecha de su creación.

A partir de hoy, martes 27, el emblemático edificio ubicado sobre la avenida 18 de Julio cerrará sus puertas al público “hasta nuevo aviso”, según confirmó la directora Rocío Schiappapietra.

“Una gran crisis estructural”

La jerarca explicó que la medida responde a una crisis profunda que afecta múltiples aspectos del funcionamiento institucional: “La Biblioteca Nacional atraviesa una crisis estructural grande, caos organizacional, crisis edilicia, crisis de conservación, crisis de seguridad y crisis de sentido”, declaró. Schiappapietra lamentó que, pese a que allí “se aloja la memoria colectiva del país”, la mayoría de los ciudadanos no visiten el edificio: “Queremos que vuelva a ser una biblioteca de puertas abiertas”, afirmó.

Funcionamiento parcial y proyecto a futuro

Si bien el acceso público queda suspendido, la Biblioteca continuará trabajando a puertas cerradas. El personal mantendrá sus tareas internas, y los investigadores podrán acceder a los fondos mediante agenda previa, informó Presidencia. La dirección también comunicó que ya se encuentra en diálogo con otras áreas del gobierno para encarar un proyecto que permita una transformación profunda de la institución.

Una señal de alerta cultural

El cierre de la Biblioteca Nacional, más allá de su carácter temporal, pone de manifiesto una realidad preocupante: el deterioro de una institución clave para la identidad cultural y la memoria del país. Justamente en el Día del Libro, la noticia refuerza la necesidad de priorizar la preservación y accesibilidad del patrimonio intelectual de los uruguayos.