Quedó en libertad pero emplazado el policía que mató a dos hombres el sábado en Toledo, Canelones, en una disputa entre hinchas de Peñarol y Nacional, tras el partido clásico que se disputó ese mismo día en el Estadio Campeón del Siglo por la segunda fecha del Torneo Clausura. En este caso, el efectivo, de 24 años, estaba viendo el partido con amigos en una vivienda con banderas de Peñarol, cuando llegaron seis personas en motos. De acuerdo a la información preliminar, esas personas eran hinchas tricolores, al menos una de ellas estaba armada y habrían intentado llevarse las banderas. El policía sacó su arma de reglamento y efectuó varios disparos, causando la muerte de dos de los agresores. El caso está bajo investigación y el efectivo fue liberado, aunque sigue a disposición de Fiscalía. Se analiza si el funcionario actuó en legítima defensa.

En Las Piedras: dos baleados

Dos hombres de 51 y 47 años fueron baleados en Las Piedras, Canelones, por delincuentes que les robaron una bandera de Peñarol. Estaban en el patio de una casa festejando cuando cuatro personas llegaron en un auto celeste; dos de ellos bajaron armados -uno vestía un buzo de Nacional- los amenazaron para llevarse la bandera y efectuaron varios disparos. Uno de los heridos recibió un disparo en el glúteo y el otro en la pierna; ambos se encuentran fuera de peligro.

Por el caso de bengala: Hincha formalizado

Por otro lado, en la investigación de los hechos del clásico anterior, que se jugó el 6 de julio en el Estadio Centenario, el viernes pasado fue imputado un hincha de Nacional como presunto autor del disparo de la bengala náutica que aquel día hirió gravemente a un policía. La Justicia lo formalizó por homicidio agravado en grado de tentativa, a título de dolo eventual, y dispuso prisión preventiva hasta el 1° de octubre. El policía herido, de 47 años, fue operado y permaneció diez días en CTI tras sufrir graves lesiones en sus genitales. La Fiscalía presentó como pruebas una campera con restos de pólvora y otros elementos compatibles con una bengala náutica, junto a imágenes y pericias que lo ubicarían en la tribuna Colombes. De esta forma, existen evidencias objetivas y científicas para vincularlo al hecho. El acusado es reincidente, con antecedentes por la rapiña de una bandera de Peñarol.