De cara al segundo semestre, las expectativas se centran en la estabilidad de los precios. “Es fundamental que el precio esté estable, que la gente venga a la carnicería y no esté preguntando cuánto sale ahora”, comentó, agregando que la baja inflación es beneficiosa para el sector.

En cuanto a la calidad de la carne importada, Falero opinó que “es muy similar a la nuestra. Los abastecedores buscan una calidad similar, aunque puede ser un poco inferior. Pero en general, no se nota la diferencia”.

Respecto a la industria avícola, Falero cree que liberar la importación de pollo podría reducir los precios significativamente. “El día que liberen el pollo, va a bajar, no me cabe duda”, afirmó, destacando la necesidad de que la industria se adapte para competir en el mercado internacional.

Finalmente, sobre la reciente reglamentación de la faena predial, Falero expresó su preocupación. “Nos parece muy mal que se permita faenar sin las condiciones mínimas de control. Es una competencia desleal”, dice, aunque reconoce que las nuevas normativas han acotado algunas de las condiciones iniciales que consideraba inadecuadas.