Hace una semana, se terminaron las vacaciones de invierno que tanto la población escolar, liceal, universitaria y tambien especiales de quienes este año cumplen sus quince años, disfrutaron a pleno. A todos ellos,  se  sumaron sus maestros y profesores, afortunadas parejas y matrimonios, con y sin hijos. Tambien estuvieron de asueto, por la “feria menor” el Poder Judicial y todo su entorno profesional y de servicios, por lo que el asueto fue grande por los ámbitos que abarcaron y como, felizmente, las disfrutaron.

Todo en un marco donde según confirmaron agencias de viajes locales y nacionales, se vendieron prácticamente todos los “paquetes de excursiones”. Hablamos de  costosos viajes a Europa, EE.UU. y la Copa América, a playas del siempre atrayente Caribe, ya de  México, Cuba y República  Dominicana. A ellas se sumó, el siempre cálido Brasil. Argentina, captó compatriotas atraídos por Bariloche, San Martín de los Andes y otros destinos con mucho frio y nieve abundante. Todos, obviamemte de acuerdo al bolsillo de cada uno y a las facilidades que hay para viajar. También hubo quienes vacacionaron en destinos nacionales que es bueno se dé, para conocer nuestro hermoso país  y en beneficio de esa locomotora económica que es el turismo. Bien lo sabemos aquí, con nuestros balnearios termales.

Lo importante, es haber llegado por buena parte de los uruguayos, a poder disfrutar del privilegio de viajar, que siempre es bueno para descansar, respirar nuevos aires y conocer otras realidades, costumbres e ilustrarse. Porque viajando se abren los ojos, pudiendo hacer comparaciones que ha veces no son muy simpáticas, pero que obviamente se hacen. En concreto apuntamos a que los uruguayos en general han mejorado su calidad de vida. Todo alentado por la saludable economía nacional, con un dólar, la moneda para todo los viajes, que se mantiene accesible para muchos y esta poco rendidor para otros. Algo, que si sumamos a como se están vendiendo 0 km. desde las costosas  “suv” a autos citadinos, ya a nafta como eléctricos que se hace notar en nuestras calles, todo esta al tope en un movimiento económico que habla a las claras que hay uruguayos “contaminados” de consumismo y de que han cambiado la pisada en materia de prioridades. Hoy se vive al día y notoriamente, hasta se aparenta más de lo que realmente se es. ¿Es bueno o malo? Es una nueva forma de vivir. Donde el ahorro no es fundamental. Lamentablemente hay sectores que sufren desempleo o que tienen salarios muy bajos. Es cierto. Pero también vemos los que se desdoblan en su esfuerzo diario y que tienen mas de un empleo o actividad, persiguiendo mejorar su calidad de vida. En ellos están muchos empresarios de pequeñas y medianas empresas, donde después de pagar gastos fijos, sueldos e impuestos, se quedan con pocos pesos en el bolsillo. No son patrones capitalistas ni explotadores, simples trabajadores reales.

Luchan por superarse, que creen en el futuro del  Uruguay. Tenemos una dolorosa sangría de jóvenes, la mayoría capacitados, inteligentes, con títulos profesionales bajo el brazo, que emigran buscando mejores perspectivas a las que ofrece el país para algunas carreras. Algo que duele.También tenemos los salteños del cinturón de granjas hortícolas, citrícolas y los agricultores y ganaderos que tienen años buenos como de los otros. Todo de un difícil equilibrio, pero de lucha y sacrificio permanente. Pero alegra el alma, ver como muchos tienen en sus predios buenas casas, muchas de nuevas, con buenos tractores, maquinaria que facilitan la tarea, que siguen invirtiendo en su actividad. Una economía fuerte, que  vaya si impulsa al departamento, lo que muchas veces no tenemos en cuenta ni valoramos. En medio de todo este panorama, excelente para algunos, relativamente bueno para otros, están los que “empatan”  y los que lamentablemente pierden. Algo que nos guste o no, es parte de la vida en cualquier actividad. Este diario, del cual vivo y es parte de mi vida, yo lo catalogo  como “submarino”. Porque así como nos hemos hundidos en momentos complejos, como vive toda actividad, hemos podido siempre emerger y seguir vivos. Por eso, consideramos que la frazada, podrá estar corta y en este crudo invierno pasar frío, pero hay indicios que muchos no la pasan mal. No habrán sido los mejores 5 años de  nuestras vidas, pero tampoco de los peores. Máxime si pensamos que superamos pandemia, sequía, inundaciones y pestes nuevas como el creciente consumo de drogas. Al menos así lo veo yo, que no me creo dueño de la verdad , pero que tengo con mis buenos años, claros recuerdos de que como se vivía y se vive en este país.