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UNICEF y el CEPAL (2009) manifiestan al maltrato infantil como un daño a los derechos básicos de niños, niñas y adolescentes, según lo pronunciado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Una de las causas más visibles u observables para las autoridades se ve en el ámbito familiar, ya que sostiene que es un problema social que tiene su origen desde las prácticas culturales del contexto que se encuentra.

También es importante asumir que un niño que sufre cualquier tipo de violencia, dada la fuerza del discurso familiar, asume que la violencia es el natural relacionamiento entre personas, entre amigos, entre compañeros de clase, en la pareja y luego cuando sean padres. por eso hay que erradicar la violencia de sus vidas y la violencia de su cabeza, de su retina. La violencia no solo es negativa sino que se reproduce socialmente dando a entender que puede ser el canal de relacionamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define violencia como: “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga mucha probabilidad de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”.

Según la Convención de los Derechos del Niño, el maltrato infantil se define como (Artículo 19) “Toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

El término de violencia es abarcativo a diferentes concepciones sobre ello, pero una que se puede acercar es que es un acto de abuso de poder que ocurre de una persona sobre otra, en una inferencias de menor  condiciones, donde la persona que contenga una posición superior es aquella  que impone su abuso hacia una de menor voluntad,  ya sean físicas, por edad, género, relación o otro manera de diferencia equilibrada notorio.

La violencia familiar o doméstica, se da en el seno de la familia, son situaciones que se producen en forma sistemática y prolongada en el tiempo, en uno o más integrantes de la familia. Declarando un patrón de conductas represivas sobre niño y niña, estos comportamientos incluyen: agresión persistente, seguida de abuso verbal, abuso emocional, engaño, aislamiento, negligencia y amenazas a las personas cercanas a la víctima.

Según la ley N° 18. 214 que rige nuestro país desde el año 2007 en el código de la niñez y la adolescencia, se prohíbe el castigo físico y el trato humillante a niños, niñas y adolescentes. La cual manifiesta el proveimiento  a padres o adultos responsables, así mismo como cualquier persona encargada de su cuidado y bienestar.

Al momento de educación, límites y vigilancia de niños y adolescentes,  utilizar el castigo físico o un  trato humillante como manera de corrección/ disciplina.

La disciplina física es conocida como el castigo corporal, la cual se entiende a cualquier castigo que contenga como medio el uso de la fuerza física, con la intención que al otro le provoque algún molestar, sea leve o no. Podemos identificar como ejemplo, pegarles a los niños como castigo de una acción no esperada, puede ser con la mano o con algún objeto.

Para entender mejor esta disciplina física, debemos relacionarla con la violencia psicológica, que se manifiesta con las prácticas de agresión verbal, amenazas, intimidación, insultos, injurias, críticas, menosprecios o engaños para controlar a un niño. Ambos castigos violan los derechos de los niños y ocurren simultáneamente.

Los niños y niñas van construyendo su pensamiento mediante las experiencias vividas y del lenguaje que están inmersos,  los vínculos familiares son uno de los principales escalones para el aprendizaje del lenguaje, adquisición de palabras y de significados. Del mismo modo si el niño y niña está en un continuo lenguaje de   violencia, este tendrá un impacto negativo en su desarrollo.

Según la UNICEF algunas consecuencias observables que se puede manifestar, en el sentido del autoestima puede variar desde bajo autoestima, sentirse tímidos o miedosos o desde otra versión querer llamar la atención mediante la conducta en diferentes ocasiones, sentirse abandonados o aislados, dificultad para la resolución de conflictos de manera dialogada y presenta obstáculos para socializar o mantener una comunicación fluida.

 

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