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El título está pensado para la comunidad que sirve este diario desde hace más de 100 años: los salteños. Este artículo va para los más de 120.000 que vivimos en el departamento, no sólo en la capital. Todos debemos asumir que Salto no puede seguir con las carencias que obligan a pasar mal a su gente: a los del campo y los de la ciudad. Me permito enumerar algunas de esas fallas: empleo escaso, zafral y de baja remuneración; dificultad económica de acceso a los servicios educativos capaces de desarrollar a las nuevas generaciones (a pesar de las ofertas universitarias y tecnológicas); ausencia de “luces” que enciendan el panorama intelectual de los jóvenes); instigación permanente al consumismo como único objetivo social; por lo anterior, problemas para encontrar horizontes y caminos para alcanzarlos. Sólo son un puñado de realidades; no cito el desarrollo de la drogadicción, la falta de estímulos juveniles, la tendencia a la disgregación social y muchos otros.
¿Qué tiene que ver YAMANDU ORSI con esa realidad salteña? Mucho, casi todo como personalidad representativa de una forma de pensar el país y de proveerlo de herramientas de subsistencia y desarrollo. Orsi es la cabeza visible de una manera de gobernar, de un programa de conducción y de instrumentación de medidas, que puede atender directamente la situación.


La visión histórica y global de la realidad salteña, pronostica que SALTO NO SALE SOLO DE SU POSTRACIÓN. Poner o sacar intendente y diputados que van a traer la varita mágica, es una fantasía. Solamente un cambio estructural en la concepción del interior, y del Norte en particular, podrá surtir el efecto imprescindible para atacar la crisis de empleo, por ejemplo, desde sus raíces. Quien piense que sólo desde la Intendencia o de una banca de diputado se puede aportar soluciones, está equivocado. El desempleo estructural de esta comarca viene de sus (aún existentes) bases pastoriles. El mundo cambió y ya no es posible vivir con las “latas” de una esquila o con los cajones juntados en la naranja; la sociedad actual requiere más que comer hoy para trabajar mañana, por dignidad y realidad: la tecnología sustituye al hombre que depende de su formación y de oportunidades diferentes a las que ha estado brindando la historia.


Yamandú Orsi ha arriesgado como lo hacen quienes están seguros de sus recursos y sus fuerzas; ha propuesto 48 puntos en economía, acción social y seguridad. Desde “ofrecer beneficios en la electricidad para Mypimes y sectores productivos”, hasta “fortalecer el poder de compra de los trabajadores para mejorar el mercado interno y la calidad de vida…”. Desde “reintroducir la Tarifa de Consumo Básico de Energía para los hogares…”, hasta multiplicar por cinco las becas para estudiantes públicos…”. Desde “Implementar un programa de empleo para 12.000 jóvenes…” a abordar la emergencia en Salud Mental con implementación del “plan de Salud Mental 2025-2030”…


Todas estas propuestas llegarán a Salto si Yamandú Orsi es presidente. Y otras casi cuarenta que están escritas y divulgadas.
No hay varitas mágicas: hay necesidades y compromiso de satisfacerlas. Se necesita tu voto.

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