Oposición cerrada, negar todo y el "Frente Amplio sociológico"
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Por el Lic. Fabián Bochia
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fbochia@laprensa.com.uy
Al Frente Amplio le duró quince días la paciencia con el actual gobierno de Lacalle Pou y dio en ese tiempo su primera muestra de tolerancia, o sea nada.
Hizo un cacerolazo recordando que lo que hacía lo iba a hacer, se opuso a todo sistemáticamente y sus dirigentes de todo el país recitaron el catecismo del "es todo un desastre". No valía la pandemia, ni la guerra en Ucrania, ni la suba del petróleo, ni la seca tremenda, ni los desguisados del Antel Arena. Todo contra desde el primer minuto, discursos miopes como destacar a Alberto Fernández, la entronización de un hombre básico de manual de choque como Fernando Pereira en la presidencia de la coalición, que no aporta nada salvo fricción, y, también hay que decirlo, la cuidada puesta en escena de "Pacha" Sánchez y José Mujica obraron el milagro de hacer de un hombre sencillo, de poco carisma, rápido para negociar y sin exposición al riesgo, el presidente de la República.
De fondo hay también una enorme batalla cultural ganada, batalla cultural que blancos y colorados dieron por perdida hace décadas y que solo Manini Ríos empezó a denunciar hace poco pero que con lo maltrecho que quedó Cabildo se complicó más aún.
Esa batalla cultural marca por ejemplo la hegemonía total del FA en el mundo sindical donde hasta el presidente se llevaron, o por ejemplo la Universidad de la República, a veces con pronunciamientos descarados, o sesgar los Derechos Humanos, haciendo que las víctimas de la guerrilla sean ciudadanos de segunda y gente olvidada.
Solo así se explica esa enorme cantidad de votos que la coalición de izquierda mantiene siempre, gobierne como gobierne y le permita a gente como Carolina Cosse, que ha hecho lo que ha querido, que nunca da una explicación y que sobran las preguntas incómodas refugiándose en que es mujer, en "Tabaré", en que no está para el circo, y de fondo una llamativa lentitud de la Justicia en articular una investigación seria sobre el triple de gastos del Antel Arena y todo queda en eufemismos varios.
Esa fidelización de votos hace que por ejemplo el porcentaje que logra en octubre lo mantenga prácticamente un cien por ciento, algo clave pues no hay que cuidar la tropa, pues se cuida sola.
Esto es el "Frente Amplio sociológico" que dijo Botinelli y adoptamos. Es generar una masa de gente que se identifica "a muerte" con el partido político y lo toma casi que como norma de vida. Es algo que también interpela a las instituciones, pues si cae ante la justicia un líder es "por la derecha", o "porque es mujer", o varias más como pasa con Cristina Kirchner en la Argentina que logró varias cosas, llevar la pobreza al cuarenta por ciento, varias causas judiciales en contra, aplastar a la Argentina pero también a millones de adeptos que la ven como una santa. Sin llegar a los límites argentinos, pero en camino, el FA logró ayer demostrar que tiene a buena parte de la ciudadanía atada a pesar de todo, haga lo que haga.
Además se logró adiestrar a los dirigentes locales de todo el país con el mismo discurso, "está todo mal, esto es un desastre, gobiernan para los malla oro, se cae a pedazos el país", cuando baja el desempleo, los delitos todos menos homicidio, se exporta más y el país avanza en infraestructura vial.
No olvidemos de fondo las acciones del viejo líder José Pepe Mujica, su inteligencia increíble para plantear escenarios, sus ataques a Lacalle Pou sin sentido por una moto comprada con su plata cuando él dejó el tendal de deudas en el Estado, pero en el imaginario pesa la palabra del viejo líder.
En todo esto, y errores propios de Álvaro Delgado se asienta un resultado que nadie preveía en esta amplitud y que seguiremos analizando.
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