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Lamentablemente no soy optimista. Si para muestra hace falta solo un botón, entonces estamos fritos. Todos los días, desde Yamandú Orsi y la mayoría de sus ministros designados dan señales nefastas de las acciones y pensamientos del gobierno en ciernes.

Bueno, ya se sabía que entre los futuros integrantes del Ejecutivo no había nadie que entusiasmara por sus condiciones natas ni capacidades especiales o experiencia acreditada en el mundo real. Diría Jorge Batlle “del primero al último…” ninguno genera, a la postre de los resultados electorales, una expectativa razonable, es más, va sucediendo todo lo contrario en la medida que pasan los días y avanza la transición. En todo caso es el mismo verso con decoraciones nuevas, la misma figurita de antes con recambio generacional. Si la palabra “verso” resultare ofensivo porque bordea lo despreciativo entonces hablaría sobre la remozada “poética” progresista. Pero siempre y se nota a la legua el mismo pensamiento voluntarista y populista, cuando se sabe (pero no aprenden más) que la realidad no se modifica con la retórica combativa ni las buenas intenciones, la voluntad humana es independiente de reglas arbitrarias impuestas, entonces en la epopeya sucesiva eternamente derrotada de los socialistas, colectivistas, corporativos, solidarias, dirigistas e intervencionistas, irrespetuosos de la propiedad privada, la constitución y la ley, cada nuevo comienzo del devenir histórico, una y otra vez, es un camino conocido a la angustia, la decepción y el fracaso… tarde o temprano terminan en la ruina, la pobreza y la violencia.

Empezamos por el primero, Yamandú Orsi: las señales nunca fueron esperanzadoras pero cada vez está más confirmado. Dice en referencia a los mercados del mundo que “los Tratados de Libre Comercio” están fuera de moda. Empezó mal el novel presidente, creera en los mercados cerrados y el proteccionismo. Luego, en el primer viaje al exterior del presidente electo se fue para el norte, visitó a Lula da Silva en Brasilia, fotos y abrazos con el líder del Foro de San Pablo y la izquierda latinoamericana. De vuelta la pelota en la casa del vecino… Eso quiere decir más del corset del Mercosur, eventualmente integración al Banco Tercermundista de los BRICS que preside la ex presidente brasilera Dilma Rousseff. Hacia el sur no miró, pero tampoco lo miraron. No viajó a la Argentina para entrevistarse con Javier Milei, ni tampoco se encontró con él en Montevideo cuando la reunión de presidentes del Mercosur celebrada recientemente. Se dice incluso que el presidente argentino se negó a un encuentro bilateral informal con Orsi, ya se sabe que no es muy simpático ni afín para falsos protocolos con gente del bloque ideológico deizquierda, que se arregle con los brasileros que son del mismo bando, habrá pensado Milei. No quiero imaginarme que se le haya cruzado por la cabeza que Yamandú Orsi es la representación de Alberto Fernández resucitado del otro lado de la orilla, mira vos que lindo ¡los uruguayos cambiaron a Luis Lacalle Pou por Alberto Fernández! se lamentará por la suerte oriental...

Sigamos con los ministros designados. Solo algunos tips. El Ministro de Trabajo y Seguridad Social es Juan Castillo, Secretario General del Partido Comunista del Uruguay y ex presidente de la Central Sindical Pit-Cnt ahora en el Co-Gobierno de la República. Si antes se sospechaba que “la cancha estaba flechada” hacia las posturas partidistas, sectarias y sindicales de la justicia laboral, ¿Qué podemos decir ahora? Los conflictos como los actuales de la carne y la leche ¿que fin llevarán con Castillo a la hora de tomar partido? o la discusión sobre la disminución de la jornada laboral, otro tema central; la reconsideración de la ley de reforma de la seguridad social recientemente reafirmada por la ciudadanía en el plebiscito celebrado y por amplio margen. A pesar del resultado de la consulta popular, esta gente insiste antidemocráticamente en sus posturas. Lo mismo estan hablando del voto de los uruguayos en el exterior, tema laudado en plebiscito de hace unos años atras.

Desde el Ministerio de Vivienda se empieza a reflotar un viejo tema de las viviendas abandonadas. Dicen que hay en el entorno de 70 mil en todo el país. Acá hay un tema de concepción y otro de gestión concreta. Como se define vivienda abandonada, ¿o desocupada?, ¿Cómo se afecta el derecho de propiedad? Si las casas o apartamentos son grandes o chicos, ¿de alta gama o clase media? ¿Si están en estado ruinoso o en perfectas condiciones? ¿Son casos para refaccionar o reconstruir? ¿Cuál es el criterio para entregar las viviendas recuperadas? Un problema muy complejo para resolver e instrumentar con justicia, luego atender los problemas legales habrá que ver si la medida es tan efectiva como eficiente para lidiar con el déficit viviendas para ocupar para la población de medios o bajos recursos, activos y pasivos. Otra vez una solución perimida, de tono simplista y voluntarista: hay una ley aprobada, del senador comunista Oscar Andrade que establece acciones para las viviendas con más de dos años desocupadas…”, aprobada en el ejercicio de la anterior década progresista.

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