En la presentación del libro Operación Esperanza sobre las Misiones de Paz de las Fuerzas Armadas Uruguayas en el exterior en la sede de Deportivo Artigas el escritor Daniel Brown contó una anécdota divertida pero que tiene sus bemoles de un militar salteño que debió ir al frente de un grupo de soldados en un país africano famoso por las minas explosivas que habían plantado uno de los bandos en pugna.

Con el detector de minas el salteño avanzaba lentamente y detrás, a paso sigiloso lo seguía el resto del grupo. Por allá el salteño se percata de algo y levanta el brazo derecho en señal de alto. Todos tiesos. En ese momento avisa que se había olvidado de prender el detector por lo que no tenía ningún tipo de información real de lo que estaba sucediendo. Tuvieron que volver sobre sus pasos en tanto el oficial a cargo prometía sancionarlo por tamaña negligencia. Si bien no pasó nada y hoy todos se ríen en su momento más de uno de los soldados del contingente quedó pálido al enterarse del error.

La noticia la semana pasada recorrió todo el Cerro e hizo implosión en Nacional Fútbol Club. "Murió Tapichí", o sea que a los 86 años había fallecido Emanuel José Nan Olguín, mítico peluquero de la Avenida Paraguay casi República Argentina, a metros del Club de Tiro Salto Grande, y que vivía a la vuelta de la peluquería que dejó hace unos años, luego de décadas de cortar el pelo como su padre siendo un emblema del Cerro de Salto.

"Tapichí" era un peluquero clásico, clásico, que solo cortaba, que nadie le fuera a pedir un color porque lo sacaba picando, ni un corte raro, tenía su forma, su modelo, y a él se adhería. Era tan fanático de Nacional de Montevideo, de Salto y de "Nacional si hay en la China también"; solía decir que no le cabía otra casaca. Pero la barrera era el respeto, al punto que las chanzas con los aurinegros estaban a la orden del día. Muy solidario, tenía un corte barato que a veces lo bajaba a casi nada para que muchachos muy humildes, o jubilados que luchaban para llegar a fin de mes, pudieran cortarse el pelo. Eso lo hacía, pero no lo decía.

Cuando Nacional de Salto salió campeón de la mano de Gustavo Ferraz después de más de medio siglo "Tapichí" lo vivió como una victoria personal y lo festejó por todo lo alto, que tanto había esperado. Vaya a su legión de amigos, de todos los cuadros claro está, a su familia, cientos de clientes el abrazo apretado en este momento.