
El paro que ADEOMS decidió antes de Albisu asumir
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Por José Antonio Cardozo
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jacardozo@laprensa.com.uy

Quien lea esta columna puede sentirse desorientado, tomado en forma desprevenida, usted se puede estar preguntando, ¿de que paro me hablan? Si aún ADEOMS no lo decretó… y es cierto. Pero el paro está a la vuelta de la esquina, mientras Juan Carlos Gomez orejea las cartas en la mano para ver cuando la juega. Pero que la juega, la juega, la decisión está tomada desde mucho antes de asumir el Dr. Carlos Albisu aquel frío 10 de Julio, una trampa cuidadosamente planificada.
Esto no se trata de hacer futurología, es como trabaja la lógica comunista, que planifica con tiempo las cosas, siempre destruyendo más de lo que construye, si es que alguna vez en la historia de la humanidad se le pudo atribuir algo de esta última.
El sustantivo de “trampa” no es exagerado, no hay otra forma de ver el convenio colectivo que suscribió Juan Carlos Gomez, presidente de ADEOMS, con la complicidad de Andrés Lima, Gustavo Chiriff y la fugaz intendente Ingrid Urroz.
Esta última, una intendente que no solo no cumplió con el mandato de la ciudadanía, al no promover una detallada transición, sino que tampoco honró la decisión del pueblo salteño. No hace a la cuestión de este artículo, pero no puedo dejar de decirlo, porque las autoridades salientes no tuvieron la hidalguía y jerarquía histórica que Salto demanda, les faltó coraje para entregar el poder frente al pueblo en la plaza pública, pretendiendo minimizar ese momento a un mero “acto administrativo”, temprano en la mañana del 11 de Julio a las 08:00 en la oficina de la mesa oval de la Intendencia. Imperdonable e ingrata actitud, que dejó a Ingrid Urroz y sus acompañantes, en la peor de las páginas de Salto, en las paginas del olvido y de la insignificancia. Muy lejos se estuvo de la actitud del Dr. Manuel Barreiro, cuando entregó el sillón municipal en el 2015, que ante una gestión que no pasó la prueba de las urnas, respetó al ciudadano y dio la cara, teniendo que tolerar gritos e insultos.
Pero volviendo a la centralidad del tema que hoy nos ocupa, hay que decir, que la Intendente Urroz y su Secretario General Gustavo Chiriff junto a su camarada Juan Carlos Gómez, idearon la trampa, que consistió en pactar un convenio colectivo para dar estabilidad a 292 ingresos por designación directa; en su gran mayoría, conocidos por su trabajo político en filas del Frente Amplio, que venía de perder la elección. Con criterios poco coherentes, una vez mas, al igual como lo hizo con Andrés Lima en el 2015, Gómez, como el César de Roma, le bajó el pulgar a algunos, y se lo subió a otros. A Urroz no se le ocurrió llamar a Albisu, quien en pocos días iba a ser su sucesor, a ver si tenía algo para decir al respecto, en el medio de la transición. No lo hizo por que eso era parte de la trampa.
Como tampoco informó adecuadamente acerca de la caja de la intendencia, omitiendo deliberadamente la deuda que vencía con la gestión saliente, con lo que le trasladaron a Albisu una deuda que como bien se sabe ahora, comprometió gravemente el pago de los sueldos del mes de Julio, y obligó a Albisu negociar con el BROU una deuda que tendrían que haber dejado saldada.
El objetivo de la trampa es claro, sentenciar al fracaso la gestión de la administración de Albisu, por medio del secuestro financiero, determinado por el pesado déficit estructural, que el convenio con ADEOMS terminó de sellar. Lo paradójico de todo esto, es que con esta medida que puso en una fragilidad extrema a la Intendencia de Salto, ADEMOS en vez de proteger la fuente de trabajo de los municipales, los pone en riesgo para defender 292 ingresos directos.
El paro está ahí a la vuelta de la esquina, es la carta que Gómez esta esperando jugar cuando Albisu se pronuncie. Así las cosas, ¿acatarán todos los municipales el paro que la dirigencia de ADEOMS tiene planificado ejecutar?
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