Coutinho 15 vs Lima U$S 35 millones ¿Quién paga?
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Por Pedro Rodríguez
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A pocos días de las elecciones departamentales en Salto, la campaña sigue apagada. No hay cartelería en las calles ni los tradicionales spots radiales y televisivos que suelen marcar el ritmo electoral. Si bien en redes sociales los candidatos han presentado sus propuestas y equipos técnicos como respaldo, hay un tema clave que nadie asume con claridad: la deuda de la Intendencia.
Mucho se ha hablado de la "deuda de Coutinho", que en su momento alcanzó los 800 millones de pesos (unos 15 millones de dólares). Para enfrentarla, se estableció un fideicomiso, y se han pagado varias cuotas a lo largo de los años. Sin embargo, hoy la Intendencia de Salto arrastra una deuda que supera los 2.000 millones de pesos (más de 50 millones de dólares).
La gran pregunta es: si la deuda de Coutinho era de 800 millones, ¿quién generó los otros 1.400 o 1.500 millones? ¿Quién se hace responsable de esos 35 millones de dólares adicionales?
Los números hablan por sí solos. Según el contador Walter Texeira, asesor de Carlos Albisu, los ingresos departamentales durante la gestión de Coutinho eran de 60 millones de dólares anuales. Hoy, según el candidato a intendente Marcelo Malaquina, los ingresos han aumentado a 90 millones de dólares al año. Es decir, la Intendencia recibe 250.000 dólares diarios, incluidos sábados y domingos, lo que equivale a 1/4 de millón de dólares cada día.
Con este nivel de ingresos, la cuota del fideicomiso para pagar la deuda de Coutinho no debería mover la aguja en las finanzas departamentales. Entonces, si cada año ingresa más dinero que antes, ¿cómo es posible que la deuda haya crecido en lugar de reducirse?
Anteriormente a Coutinho, los funcionarios trabajaban 36 horas semanales, pero tras un acuerdo con el gremio, su carga horaria aumentó a 40 horas semanales, lo que significó un incremento del 33% en el gasto salarial. Además, se ajustaron beneficios como el hogar constituido y la asignación por hijos, que en la práctica se convirtieron en un salario extra.
Como resultado, los trabajadores municipales de Salto quedaron entre los mejores pagos del país, solo detrás de Montevideo. Si bien es justo que los funcionarios reciban buenos salarios, la pregunta es si la Intendencia podía asumir ese compromiso sin comprometer sus finanzas.
Este aumento en el gasto contribuyó a que la deuda, que inicialmente era de 800 millones de pesos (15 millones de dólares), hoy supere los 2.000 millones de pesos (50 millones de dólares).
Si la gestión departamental fuera un equipo de fútbol, diríamos que no estamos perdiendo por falta de recursos, sino por malas decisiones tácticas. Contamos con un plantel bien financiado, con ingresos que aumentan año a año, pero seguimos recibiendo goles en contra y acumulando derrotas en la tabla financiera.
Es como si un equipo recibiera un presupuesto récord, pero en lugar de reforzar su defensa y optimizar su juego, siguiera cometiendo los mismos errores, dejando espacios abiertos y permitiendo goles fáciles. Mientras tanto, los hinchas ven cómo el marcador sigue en contra, sin que el director técnico dé explicaciones claras.
La deuda de Coutinho tenía nombre y cifras claras. La otra, la que sumó 1.500 millones de pesos adicionales (35 millones de dólares), sigue sin dueño y sin una estrategia para resolverla. Y en este partido, los salteños merecen saber: ¿quién se hace cargo? ¿Quién da la cara? ¿Seguiremos perdiendo puntos sin que nadie asuma la responsabilidad?
Hoy les digo, la que sumó 1.500 millones de pesos adicionales (35 millones de dólares), también tiene nombre y apellido: Andrés Lima Proserpio y Gustavo Chiriff .
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