Hospital Salto y el tomógrafo /
Anuncios, plazos inciertos y una espera que se prolonga
En la jornada de ayer, en Montevideo, el Ministerio de Salud Pública y ASSE inauguraron y pusieron en funcionamiento un nuevo tomógrafo en el Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología, con la presencia de la ministra Cristina Lustemberg y del presidente de ASSE, Álvaro Danza. El equipamiento forma parte de un plan nacional que prevé la incorporación de esta tecnología en distintos centros públicos del país y se suma a los ya instalados en Colonia, Mercedes y el Hospital del Cerro.
Sin embargo, más allá del anuncio y la foto oficial, la atención volvió a centrarse en Salto, un departamento que sigue aguardando respuestas concretas. En ese marco, una consulta periodística dirigida a la ministra Lustemberg buscó despejar una duda clave: ¿está confirmado que antes de fin de año se instalará un nuevo tomógrafo en el Hospital Regional de Salto, luego de que el equipo existente aquí, sin instalar, fuera retirado para su traslado al Hospital del Cerro.
La respuesta oficial dejó más interrogantes que certezas
Lustemberg señaló que “está previsto adquirir otro tomógrafo para Salto”, frase que, lejos de confirmar una instalación inminente, da cuenta de que el equipo aún no habría sido comprado. Este dato contrasta con anuncios previos realizados desde el ámbito político, cuando el diputado Federico Preve había asegurado que a fines de diciembre el hospital salteño volvería a contar con su tomógrafo, destacando incluso que el espacio físico para su colocación ya se encuentra pronto.
La diferencia entre “instalar” y “adquirir” no es menor
Para la población de Salto, que sufrió el retiro del tomógrafo y debió afrontar derivaciones, demoras y mayores costos, el matiz semántico se traduce en una realidad concreta: la tecnología sigue sin estar disponible. Y mientras los plazos se corren, la incertidumbre persiste.
Todos los hospitales del país con tomógrafo... para 2027
En su exposición, la ministra agregó que el objetivo del gobierno es que para fines de 2027 todos los hospitales departamentales de ASSE cuenten con tomógrafos propios. Un horizonte ambicioso, sin dudas, pero que para Salto suena lejano frente a una necesidad urgente que ya debería estar resuelta.
Cambio de escala
Por su parte, el presidente de ASSE, Álvaro Danza, habló de un “cambio de escala” en la imagenología del sistema público, subrayando que en un plazo de uno a dos años todos los hospitales del interior tendrán su propio tomógrafo, lo que permitirá agilizar diagnósticos y reducir costos. El planteo estratégico es atendible, pero vuelve a chocar con la coyuntura local: Salto hoy no tiene tomógrafo y no cuenta con una fecha cierta para recuperarlo.
Menos promesas y más certezas
Los anuncios, las proyecciones y los planes a mediano plazo no alcanzan para disipar el malestar generado. La expectativa en Salto es clara y legítima: menos promesas y más certezas. Porque en materia de salud pública, los plazos imprecisos no son solo un problema administrativo, sino una cuestión que impacta directamente en la atención y la calidad de vida de la gente.
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