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Escuela Nº 58 de Arapey cumple 100 años
LA PRENSA dialogó con la directora de la escuela Nº 58 de Termas de Arapey, Eva Marilina Regueira, quien nos contó acerca de la historia del centenario centro educativo. “Hace un siglo, nació como un sueño de visionarios, como escuela volante, en la localidad de Garibaldi”, nos dijo la docente. Su primer inspector fue el maestro José Galcirán, siendo su primera directora la maestra Carolina Spinetta. Su primer alumno fue Isaac Cabrera.
El siete de marzo de mil novecientos treinta y tres, la escuela encontró su hogar acá, en Termas de Arapey como escuela número cincuenta y ocho. O sea, que la edificación no tiene cien años. Siendo inspector Juan Pedemonte y la Directora Teresa Díaz, en 1933, a la escuela asistían 11 alumnos, prácticamente, todos hijos del personal militar radicado en ese lugar.
Actualmente, concurren 27 niños, quienes investigaron y mantuvieron entrevistas para conocer cómo era el paraje hace tantos años.
Es así que recabaron testimonios de los que surgía que los alumnos provenían de pobladores que trabajaban la tierra, y eran productores de vacunos y ovinos. Jugaban en los recreos en el patio de la escuela con pelotas de trapo hechas con medias de sus pares, y también a la bolita, entre otros juegos propios de la gente del campo.
A su vez, la maestra Rosario Gularte, maestra durante 32 años, ha dicho que se enamoró del trabajo rural, y muy especialmente de la escuela Nº 58 porque ofrece todo lo que un maestro necesita para trabajar. “Una escuela que significa bastante para mí en lo emocional, por llegar a estos 100 años”, agradecida “a los maestros que me han acompañado en estos 13 años de gestión.”
Sandra Guglielmone es la auxiliar de servicio desde hace casi 20 años, quien dice que se pone triste cuando los niños se van en diciembre, “cuando se me caen unos cuantos lagrimones. Tengo tremenda nostalgia por la escuela en sí. Me acuerdo de un niño que me escondía la escoba porque siempre me veía barriendo y barriendo… Me llena el alma encontrarme con hombres y mujeres ya grandes, que me ven la calle y me abrazan fuerte y siempre se acuerdan de mis comidas.”
Artigas Flores es un ex alumno de 89 años que vive en Colonia, quien recuerda que en su niñez, había un aula sola a la que asistía con otros 20 compañeritos. Recuerda a Teresa Guerra y los recreos. Don Artigas tiene presente que la escuela le enseñó a ir por el buen camino. De alguna forma- a la distancia- Flores ha participado de los trabajos previos del centenario.
Él quería recitar una canción llamada “Tapera”, porque decía que la escuela en esa época era como una tapera. No había alambrado, los animales entraban, a los patios del establecimiento, ya que había poco, muy poquito alambrado. Eva Regueira también nos cuenta que tienen pensado hacer un museo con impresos y fotografías de antaño, proyecto que ha entusiasmado mucho a los niños. Día de júbilo pues para escolares, docentes y vecinos de Arapey al celebrar los 100 años de su escuela.
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