La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

En la jornada del lunes (LA PRENSA lo informó ayer) una mujer de 80 años domiciliada en la zona del Cerro de nuestra ciudad, fue víctima de una estafa por nada menos que 26.000 dólares americanos. Como se dijo desde fuentes policiales, la señora recibió una llamada telefónica de un hombre que se hizo pasar por familiar suyo y le solicitó que realizara un depósito de 16.000 dólares y luego otro por el valor de 10.000 dólares.

Pero este vespertino pudo acceder de primera mano a más información sobre el caso. Por ejemplo, se sabe que la señora no tenía ese dinero guardado en el Banco de antemano, como se pensó, sino que recién ese mismo día, el lunes, esa cifra le fue depositada. Gran “coincidencia”: ese mismo día recibe la llamada en la que le piden el dinero.

La señora habría concurrido al Banco junto a otra mujer más joven que se desempeña como su acompañante. Luego de realizadas las operaciones, se comunicó con su hijo para decirle que el dinero ya estaba depositado y que para la próxima, no le pidiera tanta plata junta. Para sorpresa del hijo, ahí cayó en la cuenta que su madre había sido estafada, ya que él nada le había solicitado.

Pero de lo que no hay dudas, es que los estafadores conocen perfectamente a la familia y hasta estaban en pleno conocimiento de la cifra que la señora recibiría en el Banco ese día. La persona estafada envió el dinero a tres cuentas diferentes (cuyos titulares serían conocidos de su hijo, que no reside en Salto sino en otro departamento del país).

Ahora bien lo que muchos se preguntan es: con toda esta información, y además los avances en la tecnología, sistemas de cámaras de seguridad y más, ¿no se puede rastrear quién levantó el dinero en las cuentas indicadas?

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte