La comunidad vivió un momento especial ayer 27 de noviembre en honor a la Virgen de la Medalla Milagrosa, cuya devoción convoca cada año a cientos de fieles. Bajo el lema “Con María, peregrinos de esperanza”, esta tradicional celebración invita a caminar unidos, renovando la confianza y la gratitud por los dones recibidos.

La jornada comenzó con la concentración a las 19:15  un espacio de encuentro donde las familias, grupos parroquiales y devotos donde compartieron oración y preparación espiritual. A las 19:30  la procesión partió desde la intersección de Brasil e Invernizzi, avanzando por las calles del barrio en un clima de recogimiento, cantos y plegarias.

El recorrido culminó en Yatay y Varela, donde se celebró la Santa Misa, momento central de la fiesta y oportunidad para agradecer a María por su constante protección. La imagen de la Virgen, representada con su manto azul y sus manos abiertas, simboliza cercanía, consuelo y gracia para quienes acuden a ella.