
Robos y rapiñas /
Sigue la preocupación por ola de inseguridad en Zona Este
Cuando hace un par de días LA PRENSA publicó una nota que trataba el tema de la inseguridad en zona del Hospital Regional Salto, los comentarios fueron múltiples. Pero entre ellos, hubo quien nos habló una vez más de problemas en la Zona Este, para ser más precisos digamos el radio comprendido aproximadamente entre Avda. Barbieri–Batlle (al norte), Brasil (al sur), Reyles (al este) y Juncal (al oeste).
Cabe recordar que ese tema ya había sido abordado, en vinculación con la presencia de muchas personas en situación de calle que habitualmente pernoctan en torno a los viejos galpones de la estación de AFE (Blandengues y Barbieri) y que vendría provocando situaciones muy incómodas (como pedir dinero a los transeúntes) hasta delitos de robo y rapiña. Luego, varias de esas personas fueron retiradas por la Policía. Sin embargo, pese a que en algún momento parecía que todo había vuelto a la normalidad, los problemas continuaron.
Arrebatos
El martes sin ir más lejos, pasado el mediodía, tres adolescentes de 12 o 13 años, alumnos de Secundaria de una institución de esa zona, fueron interceptados por un muchacho de unos 18 años aproximadamente, quien los amenazó con un arma blanca (que se supo después que sería un cuchillo de mesa) y les robó sus pertenencias (entre ellas una valiosa cadena que uno de ellos llevaba en el cuello). El hecho ocurrió en calle Agraciada, pocos metros al este de Avda. Blandengues. El abuelo de una de las víctimas, en diálogo con LA PRENSA narraba que su nieto y compañeros “ahora tienen miedo de andar caminando por ahí y yo no sé qué decirles, ¿qué se defiendan?”. Pero los arrebatos (de relojes, cadenas, celulares) son moneda corriente.
Cuantiosos robos
Unos días antes, una familia que dejó su casa sola por poco tiempo, se encontró al regreso con que le habían robado casi 500.000 pesos en herramientas y otros objetos. También ocurrió en calle Agraciada. No muy lejos de allí, en un bar robaron en tres oportunidades en menos de tres meses: una vez rompieron una puerta, otra vez una banderola del baño y la última levantaron la chapa de un techo. Según pudo saber este vespertino, dos de los ladrones de ese comercio ya estarían presos.
Denuncias y respuesta
Este diario consultó a quienes están directamente vinculados con estos casos por haberlos padecido, respecto a la actuación policial en los mismos. Reconocieron que en algún caso decidieron no formular una denuncia formal, pero sí en todos los casos se llamó a la Policía, y no siempre la respuesta fue inmediata (como en el arrebato de la cadena del adolescente). En definitiva, sostienen que una mayor presencia policial (como había hasta hace un tiempo en los pasajes peatonales denominados “San Eugenio”) podría mejorar el panorama.
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