
"Rodando Nostalgias" /
Salto vivió un fin de semana a puro motor y recuerdos
Como lo había anunciado oportunamente La Prensa, este fin de semana, la Costanera Norte de Salto se convirtió en un escenario diferente: motores antiguos, cromados brillantes y un aire retro que transportó a los presentes a otras épocas. Fue en el marco de la sexta edición de “Rodando Nostalgias”, un encuentro que ya es marca registrada en el calendario cultural de la ciudad. Detrás de esta propuesta está la iniciativa de Leandro Cayetano, acompañado por la Intendencia de Salto, que apuestan a rescatar la memoria sobre ruedas y a darle vida a un espectáculo que atrae cada año a más público.
Un túnel hacia el pasado
El desfile de automóviles y motocicletas clásicas, cuidadosamente conservados y restaurados, fue el gran atractivo de la jornada. A la puesta en escena se sumaron participantes vestidos con ropa de época, lo que dio un toque especial al ambiente y logró que los espectadores sintieran que el tiempo realmente había retrocedido. No solo los vehículos despertaron admiración: también las historias que cada máquina guarda en sí misma se hicieron presentes a través de anécdotas, charlas y recuerdos compartidos entre coleccionistas, aficionados y curiosos.
Una fiesta para toda la ciudad
La convocatoria superó las expectativas. Familias enteras se acercaron a disfrutar del evento, que combinó música, estilo retro y la pasión por los clásicos. Para muchos fue una oportunidad de reencontrarse con modelos que marcaron su juventud; para otros, en especial los más jóvenes, la chance de descubrir de cerca un patrimonio que sigue vivo gracias al cuidado de sus dueños.
“Rodando Nostalgias” es mucho más que una exhibición: se ha consolidado como un espacio de encuentro intergeneracional, donde lo mecánico se cruza con lo cultural y lo social. Allí conviven el arte de restaurar con la emoción de mantener vivas costumbres y estilos que forman parte de la identidad colectiva.
Con cada edición, este encuentro refuerza su lugar como uno de los más esperados del año, demostrando que en Salto la pasión por los clásicos no es solo una afición: es también una manera de celebrar la memoria y proyectarla hacia el futuro.
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