Con el inicio del año 2025, la Intendencia Municipal de Salto comienza a cobrar la Contribución Inmobiliaria Urbana, un tributo que afecta a los propietarios de inmuebles en zonas urbanas y suburbanas del departamento, así como en villas, pueblos y centros urbanos. Este impuesto abarca una serie de servicios prestados por el gobierno departamental.

Aumento tradicional… y algo más

Como es habitual, el importe de la contribución sube anualmente de acuerdo a la inflación registrada el año anterior. En este caso, la variación acumulada en 2024, según el Índice de Precios al Consumo (IPC), fue de un 5,8%. Sin embargo, al consultar los nuevos valores en el sitio web de la Intendencia, se observó que algunas partidas experimentaron incrementos significativamente superiores a la inflación. Una de las principales sorpresas para los contribuyentes es el aumento de la “tasa de recolección”, que se cobra junto con la contribución inmobiliaria correspondiente al padrón de cada vivienda, departamento o terreno.

¿Un incremento exagerado?

De acuerdo con un análisis realizado por el Contador Rodolfo Martínez, la tasa de recolección pasó de un 3,5 por mil a un 6 por mil, lo que representa un aumento del 71%. Este incremento, calificado por el profesional como “exagerado”, fue aprobado por la Junta Departamental sin que se registraran mayores objeciones o protestas en su momento, ni por parte del oficialismo ni de la oposición. El contador Martínez recordó cómo, en años anteriores, situaciones similares generaron controversias, como cuando se incluyó la “tasa de alumbrado público” en los recibos, a pesar de que su gestión había sido transferida a UTE. En muchos casos, dicha tasa se facturó dos veces, lo que motivó reclamos por parte de los contribuyentes.

Contenedores: ¿un beneficio o un problema?

En el cobro de la Contribución Inmobiliaria 2025, al aumento del impuesto en sí se suma una tarifa diferenciada por la ubicación de contenedores de basura en las cuadras. Según se ha estipulado, los propietarios de inmuebles en zonas con contenedores cercanos deberán pagar una tasa de recolección más alta que aquellos en áreas sin este servicio. Esta medida genera tensiones entre los vecinos, ya que, en muchos casos, los contenedores se encuentran desbordados y rodeados de basura dispersa por hurgadores, complicando la higiene de la zona. Esta situación ha llevado a protestas y quejas, especialmente de amas de casa, quienes consideran que el servicio no justifica el aumento.

Una polémica en puerta

El aumento de la tasa de recolección no solo implica una mayor carga económica para los contribuyentes, sino que también plantea interrogantes sobre la calidad de los servicios ofrecidos por la Intendencia. ¿Es justo pagar más por un sistema de recolección que no siempre funciona todos los días y de manera eficiente? Se prevé que este tema genere un intenso debate público en los próximos meses, mientras los propietarios evalúan el impacto de estas medidas en sus finanzas. La combinación de tarifas más altas y servicios cuestionados parece ser una fórmula que alimentará la polémica en Salto.