Una buena noticia para Salto /
El MGAP impulsa plan de acuicultura a desarrollarse en 50 años
El país, dio un paso decisivo hacia la modernización de uno de sus sectores productivos menos visibles, pero con enorme potencial: la pesca y la acuicultura. En el marco del Día Mundial de la Pesca, el pasado viernes, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) anunció la elaboración del primer Plan Nacional de Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura en más de 50 años. La iniciativa, diseñada junto a la FAO, tendrá una proyección de 20 años y aspira a convertirse en una verdadera política de Estado.
El ministro Alfredo Fratti subrayó que el sector necesita previsibilidad tras años de inestabilidad, conflictos laborales y cierres empresariales. “Uruguay debe saldar una deuda histórica con miles de familias que viven directa o indirectamente de la pesca”, sostuvo. El área reúne entre 3.000 y 4.000 trabajadores, desde pescadores artesanales hasta la flota industrial, sin contar el impacto indirecto en frigoríficos, logística, comercio y servicios.
La directora de Recursos Acuáticos, Yamilia Olivera, explicó que la primera etapa será un diagnóstico profundo, que integrará la visión de pescadores, empresas, investigadores, docentes y organizaciones sociales. “La prioridad es construir un plan participativo, realista y sostenible”, afirmó. El MGAP también inauguró una muestra sobre el patrimonio marítimo nacional, un gesto simbólico que apunta a recuperar la importancia cultural y económica de esta actividad.
Villa Constitución: un laboratorio de futuro
Mientras el país avanza hacia una estrategia nacional, Salto ya tiene una experiencia concreta que sirve de referencia. En Villa Constitución, el Proyecto de Acuicultura ejecutado por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y la DINARA dio este año ( en febrero con el anterior gobierno) un paso clave: la siembra de más de 1.500 alevines de bagre negro —también conocido como brótola de río— en tajamares y estanques de tres pequeños productores.
Aunque Dinara lleva años sembrando esta especie en grandes represas, esta modalidad busca algo distinto: acercar la acuicultura al productor familiar y diversificar la matriz productiva de la que dependen las economías rurales. Ganadería intensiva, horticultura, fruticultura o granja pueden complementarse con la cría de peces, generando nuevas fuentes de ingresos y fortaleciendo la seguridad alimentaria local.
El proyecto también incorpora un enfoque ambiental. Se promueve el uso responsable de los recursos hídricos y la gestión sostenible de los ecosistemas, en una zona donde el río y las represas forman parte del paisaje productivo y cultural.
Autoridades y técnicos destacan que en Villa Constitución “se pasó de la teoría a la práctica”: no solo se introduce una nueva proteína en la dieta local y una alternativa económica para familias rurales, sino que se abre la puerta a desarrollar un producto diferenciado, con identidad territorial y potencial de mercado.
Un horizonte más amplio
La estrategia nacional del MGAP y la experiencia de Villa Constitución convergen en una misma dirección: construir un modelo de acuicultura sostenible, rentable y socialmente integrado. Para Salto, que ya comenzó a caminar ese camino, la noticia no solo es promisoria; confirma que el departamento puede convertirse en un actor relevante dentro de una política productiva que recién empieza a tomar forma.
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