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Eran otros tiempos. Eran tiempos en que las noches de Salto tenían un brillo diferente. El reflejo de las copas y las luces de colores, convertían cada noche en un mundo paralelo. En él vivía Palito, con "El Sótano" primero, en 19 de Abril casi Joaquín Suárez, y con "Charles" por último, en el barrio Saladero. Ayer murió Manuel Da Silva Etchamendi, el Palito, el que tenía más noche que la luna al decir de un periodista de esta casa. Y claro que eran otros tiempos...El mismo Palito decía siempre que "antes la noche era más fácil, a lo sumo el alcohol podía complicar, alguna pelea de borrachos capaz, pero no más que eso, no más que alguna copa de más, en cambio hoy ya no sabés con qué droga anda la gente encima y cómo puede reaccionar".

Artiguense y salteño

Había nacido en Artigas y de las cosas que más recordaba de su ciudad natal, era cuando había estado al frente de la cantina del Club Bancarios (donde compartió momentos con Zitarrosa, Pepe Guerra y tantos más), o cuando su hermano fue preso por integrar grupos de izquierda en dictadura. También recordaba los años en que había estudiado Mecánica en la UTU y muy especialmente, recordaba siempre con mucha emoción a su mamá, el trabajo que le daba con sus travesuras adolescentes, lo que hacía que ella le insistiera siempre: "estudiá, Manolo, estudiá, es por tu bien".

Sin embargo, también de Salto, Palito siempre hablaba con un cariño enorme. Se sentía salteño y destacaba que "Salto siempre me trató de maravilla, hasta créditos me dieron para trabajar cuando ni me conocían, cuando yo recién había llegado de Artigas... Y ni que hablar todo lo que me dio la noche salteña, los salteños me acompañaron siempre".

Espectáculos

A Salto, en aquellos momentos, llegaban permanentemente artistas de primer nivel, de esos que descollaban en escenarios de Montevideo y Buenos Aires. Algunos venían solo para presentaciones "reservadas" en los boliches de Palito. Otros, actuaban incluso en el Teatro Larrañaga y después, ya entrada la madrugada, hacían una continuación en El Sótano. Es el caso de Lágrima Ríos. Contó Palito alguna vez: "Fue en el año 1976 una vez y otra vez en el 78... Se me ocurrió que un show de “la perla negra del tango”, como se la conocía a Lágrima, podía llegar a ser un tremendo atractivo para una de mis noches en el boliche. No fue fácil, pero pudimos hacerlo. La trajimos a Lágrima Ríos a El Sótano, cantó y fue una fiesta impresionante. Estaban desde los obreros más humildes hasta algunos de los políticos más finos que había acá en Salto, que en realidad iban siempre, pero nunca se supo (risas) y empresarios todos...los más poderosos del momento estaban ahí en primera fila... Había algunos códigos, por ejemplo que al otro día todos nos olvidábamos quién había estado o había dejado de estar en la noche... Pero la verdad que eran noches en las que estaban todos...Por eso pude conocer a todo tipo de gente, obreros con distintos colores de casco, políticos, doctores, profesores...La noche es una escuela. No era poca cosa que se estuviera construyendo la represa, eso movía todo, circulaba plata, era un movimiento impresionante”.

Sin dudas, este hombre marcó una época para Salto. Una época que hoy solo vive en el recuerdo; o renace de entre las letras de una crónica como esta, apenas convertida en nostalgia.

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