El costo de vida en nuestro país, es un tema central para sus habitantes, y la inflación es uno de los indicadores clave para comprender cómo evolucionan los precios de bienes y servicios. En 2024, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios del Consumo (IPC) cerró con una inflación anual del 5,49%, un leve aumento respecto al 5,11% registrado en 2023.

Inflación controlada dentro del rango meta

Por 19 meses consecutivos, la inflación en Uruguay se ha mantenido dentro del rango meta establecido por el Banco Central del Uruguay (BCU), que oscila entre el 3% y el 6%. Este logro es un reflejo del control macroeconómico del país, aunque el aumento anual evidencia presiones sobre algunos sectores específicos de la economía. En diciembre de 2024, el IPC tuvo una variación mensual de 0,34%, contribuyendo al cierre del año con una inflación acumulada del 5,49%, tanto en el año calendario como en el año móvil.

Recreación, Deporte y Cultura

Registró un aumento del 3,7%, el mayor incremento mensual, probablemente asociado a las festividades y el inicio de la temporada turística.

Restaurantes y Servicios de Alojamiento

Con una suba del 1,3%, refleja un mayor gasto en ocio y turismo.

Transporte

Subió un 0,82%, influido por factores como el costo de los combustibles y servicios relacionados.

Alimentos y Bebidas no Alcohólicas

Aunque con un aumento más moderado del 0,33%, sigue siendo un sector sensible para los hogares uruguayos.

Impacto en el costo de vida

El incremento en rubros como alimentos, transporte y ocio afecta directamente a las familias, ya que son gastos esenciales y recurrentes. Sin embargo, el hecho de que la inflación permanezca controlada dentro del rango meta brinda cierta estabilidad, especialmente en comparación con otros países de la región que enfrentan tasas de inflación más altas.

Desafíos y perspectivas

Si bien el control inflacionario es una señal positiva, el leve aumento interanual muestra que persisten desafíos económicos, como la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los hogares frente a incrementos en rubros clave. Además, el sector alimenticio, aunque con incrementos moderados, requiere atención constante debido a su impacto en los sectores más vulnerables. En 2025, será crucial monitorear la evolución de estos factores y mantener políticas económicas que permitan sostener la estabilidad lograda, garantizando que el costo de vida en Uruguay se mantenga en niveles accesibles para la mayoría de la población.