Las dificultades generadas por la Copeg, que no podrá enviar moscas estériles desde el laboratorio de Panamá a Uruguay para el inicio del combate de la mosca de la bichera, y la falta de certezas que las producidas en el laboratorio de Mendoza, Argentina sean efectivas, fue uno de los temas centrales enfocadas por la Federación Rural en su consejo ampliado realizado en Paysandú.

“Muchas cosas han sido fatalidades del proceso de la mosca de la bichera”, manifestó  el ingeniero agrónomo Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la gremial, Dijo que “en un racconto muy bien realizado por el doctor Adolfo Casaretto, se explicó en la reunión todo lo que ha sucedido en torno al tema en América en estos últimos tiempos, y nos ha condicionado en resolver la situación de la campaña que nosotros estábamos armando”. Entiende que decidir cosas apresuradamente “cuando no hay certeza técnica --que en un principio la había--, y una de las fatalidades es que aparecen problemas en Centroamérica y el laboratorio de Panamá no puede enviar las moscas estériles a Uruguay”. Rodríguez explicó que “pasamos de algo que era una certeza, como tomar un remedio ya probado, a ser parte de una investigación de un proceso de validación de una tecnología nueva, o un producto nuevo como es la mosca del laboratorio de Mendoza, Argentina, en la cual ya corremos otro tipo de riesgo, poniendo dinero en algo que puede fracasar”.

Cambios en el proyecto

El doctor Adolfo Casaretto, quien ha sido integrante de las misiones que desde nuestro país viajaron a Panamá para conocer el trabajo de la Copeg en el combate de la mosca de la bichera, explicó que “en el correr de la instalación de la campaña en nuestro país, suceden fracasos en la provisión de moscas de la Copeg, alguna incompatibilidad genética de la mosca que estaban produciendo. La cuestión es que aparecen focos de bichera en países en donde había sido erradicada, y eso imposibilita que la Copeg nos provea de moscas como había sido el contrato y el compromiso”. Eso cambia las raíces del proyecto. “Se buscó otro proveedor de moscas, pero no tiene experiencia en la mosca de la bichera. Esto implica una fase de investigación, de validación y de desarrollo de estas moscas, que pone en riesgo la campaña en nuestro país”, aseveró el profesional. “Se designaron unos fondos, pero el sector primario en general no está en condiciones de asegurar más proventos, para una campaña que antes era todo certeza, y ahora técnicamente deberá revalorarlo”.

Replantear campaña

“Deberá replantearse la campaña”, precisó Casaretto. “Además, será un aspecto fundamental tener en cuenta, si para el gobierno que asumirá el 1 de Marzo del año próximo el tema de la mosca de la bichera estará entre su prioridades, y dada la inmediatez del cambio de mando, probablemente sea otro argumento que refuerza la idea de detener la campaña”. “Entendemos que si no hay evidencia científica y técnicas contundentes de que la nueva mosca elaborada en Argentina surta su efecto, consideramos que es peligrosa”, dijo el médico veterinario. Esta campaña estaba prevista en sus orígenes, “que tuviera un componente de sensibilización, de información y comunicación a todas las fuerzas vivas de a dónde se dispersarían las moscas, porque requiere de un compromiso de todos, pero tampoco eso ha existido”, dijo Casaretto.

Firme posición

Por su parte la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú, se mantiene firme en su posición de que el proyecto no debe iniciarse, y hay que analizar todos los aspectos nuevamente. El titular de la gremial, ingeniero civil Agustín Morales, dijo  que “no podemos iniciar una campaña de combate a la mosca de la bichera, con moscas que no nos dan seguridad de que puedan ser efectivas, como sí sucedía con las de Panamá”. Argumentó que “el laboratorio de Mendoza no da certezas en que con su dispersión de moscas se logre el combate, por lo que ya se debe parar con las intenciones de este gobierno de comenzarlo en breve”.