Losfrutos secos y las semillas concentran una valiosa combinación de grasas saludables, fibra, minerales y antioxidantes que contribuyen al buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Diversos estudios señalan que su consumo regular ayuda a mejorar los niveles de colesterol y a mantener la presión arterial en valores más estables, ofreciendo una opción práctica y natural para cuidar el corazón.

Nueces y almendras, fuentes de ácidos grasos y antioxidantes

Las nueces se destacan por su aporte de cobre y ácidos grasos omega 3, claves para controlar la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, son una de las principales fuentes vegetales de omega 3. Una porción de 28 gramos aporta 185 calorías y 4,3 gramos de proteína.
Por su parte, las almendras son ricas en grasas monoinsaturadas, fibra y magnesio. Una onza cubre el 45% de la ingesta diaria recomendada de vitamina E, antioxidante que ayuda a reducir la inflamación. Su versatilidad permite incorporarlas en yogures, ensaladas o como refrigerio.

Pistachos y pecanas, sabor con beneficios adicionales

Los pistachos ofrecen antioxidantes, potasio y fibra, con apenas 159 calorías por cada 28 gramos. Su bajo aporte calórico los convierte en un aliado para quienes buscan controlar el peso corporal.
Las nueces pecanas, en tanto, pueden reducir el colesterol cuando sustituyen a las grasas saturadas. También se asocian con un menor riesgo de diabetes y aportan fósforo y potasio, siendo ideales para realzar ensaladas, sopas y productos horneados.

Semillas, pequeñas pero poderosas

La semilla de lino es rica en omega 3 y lignanos, compuestos vinculados con la reducción de la presión arterial. Una cucharada aporta 37 calorías y puede añadirse a batidos o panes.
Las semillas de chía combinan fibra soluble y antioxidantes como la quercetina, favoreciendo la regulación del colesterol y la glucosa.
Las semillas de calabaza contienen arginina, magnesio, zinc y hierro, nutrientes que promueven la salud vascular.
Finalmente, las semillas de girasol son una excelente fuente de vitamina E y fitoesteroles, compuestos que ayudan a controlar la presión y mejorar el perfil cardiovascular.

Incorporarlas en la dieta

Ya sea como snack, en ensaladas, yogures o productos horneados, estos alimentos ofrecen formas sencillas y deliciosas de fortalecer la salud cardiovascular. Adoptar su consumo habitual representa una estrategia accesible para cuidar el corazón con ingredientes naturales.