El positivo mensaje de volver a comprar en Salto
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Por el Lic. Fabián Bochia
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fbochia@laprensa.com.uy
El fin de año presenta en Salto un comercio más fortalecido que el de hace doce meses atrás.
Recordemos que en setiembre, en octubre del año pasado, es decir 2023, la Argentina nos inundaba de productos a bajo costo mientras a la interna el país se desangraba en un espiral de inflación, pobreza y recesión. Los únicos que andaban bien eran los comerciantes argentinos que trabajaban en las fronteras con Uruguay o aquellos de Buenos Aires que recibían todo lo que hace al turismo de estas tierras de Artigas. Si había gente que para abaratar más los costos contrataba un paquete turístico en Concordia lo que ya era una locura, todo argentino, para abaratar más. El dinero del vecino país no valía nada de nada pero comprar allá era una bicoca lo que llevó a un complejo panorama en todo el litoral uruguayo que además trasladaba esa feria de precios al centro y sur del país pues el contrabando iba extendiendo sus tentáculos a toda la república. Por lo que la llegada del economista Javier Milei al gobierno y su sinceramiento económico obró como un bálsamo y permitió tomar aire a las empresas uruguayas.
Están frescas aún en nuestras retinas esas colas exorbitantes de autos y camionetas rumbo a la vecina orilla dejando acá el tendal de comercios en la cuerda floja, dejando gente en la calle, aumentando el uso de los seguros de paro. También se veía, hay que decirlo, una falta de compromiso de los compradores, que no todos eran por abaratar la canasta familiar sino que se veían autos de alta gama a cargar todo lo que se podía. Y con eso llegaron los servicios pues la gente se iba a arreglar el cabello, las uñas, los dientes, el auto, a hacerse los lentes en un espiral interminable de compras allende el río.
Desde nuestro Vespertino hemos hecho informes a lo largo de estos dos años donde se daba cuenta, por ejemplo, del temor de quedarse sin trabajo de los trabajadores de las estaciones de servicios, grandes perjudicadas por el avance de los precios irrisorios de naftas y gas oil del lado argentino. Pero por suerte eso fue mermando y de a poco los salteños volvimos a comprar en Salto, como los sanduceros en su ciudad y los fraybentinos en la capital de Río Negro.
Fue un golpe a todo el litoral que mucho lo sentimos y que repercutió en todo, en servicios de todo tipo, en supermercados ni hablar y así cada uno podría ir contando lo que tuvo que sufrir.
Hoy la situación es totalmente distinta y por suerte en Salto se abren más negocios lo que de por sí es un indicador que a su vez genera fuentes de trabajo directa e indirecta que mucho se valora. Son pasos a la regularidad y el crecimiento económico.
Nos está quedando la pata del turismo, siempre tan necesario en este departamento, que debe dar el salto de calidad atrayendo gente del sur del país, de Brasil y Argentina. Ese motor no viene firme y debe ser apuntalado por todos.
Recordemos que hay decenas de hoteles en los enclaves termales más la ciudad de Salto que dan mucho trabajo y demandan servicios y bienes cuando trabajan a full y ese baluarte económico debe ser tenido en cuenta pues de inmediato se nota en todo Salto atrayendo incluso trabajadores de otros lugares que buscan en estas tierras su posibilidad de desarrollo.
Para todos es una gran alegría que el cierre del año encuentre al comercio salteño bien posicionado, con planes de crecimiento, con inversiones y esperando que el turismo se desarrolle con todo en el año 2025 para buscar ese avance tan anhelado que dé trabajo y genere espacios para que nuestros hijos no piensen siempre en irse como forma de crecer.
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