En una reciente transmisión de "La Prensa", el ex diputado e Intendente Ramón Fonticiella compartió sus pensamientos sobre la situación política y social actual, dando un análisis profundo que abarca desde sus experiencias como periodista hasta su visión sobre el aislamiento y el individualismo que caracterizan a la sociedad contemporánea.

Trayectoria de Fonticiella

Fonticiella comenzó agradeciendo la invitación a participar en el streaming, rememorando su trayectoria tanto en el periodismo como en la política. A pesar de las críticas que enfrentó durante su gestión como intendente, reflexionó sobre cómo el tiempo ha permitido reevaluar su trabajo. "Las cosas se valoran a medida que pasa el tiempo", sugiriendo que su administración podría ser vista con mejores ojos en comparación con los sucesos posteriores.

La frialdad de la campaña política

En el contexto actual, Fonticiella observa una notable apatía en la participación política. "Nadie sabe qué está pasando, la gente está fría", señalando que la falta de entusiasmo en la campaña electoral es evidente. Este fenómeno, según él, es el resultado de un "efecto multicausal", que incluye factores económicos y sociales.  También destacó la preocupación que siente por un cambio en la forma de pensar de la gente respecto a la colectividad. En su opinión, la individualización ha llevado a un "ostracismo voluntario", donde las personas prefieren quedarse en casa en lugar de participar en actividades comunitarias. "Los cines se han fundido porque la gente no sale; se queda en casa consumiendo contenido a través de plataformas", así como también la interacción social ha disminuido drásticamente.

La pérdida de la vida comunitaria

Fonticiella hizo alusión a la falta de espacios de encuentro, recordando con nostalgia los días en que las personas se reunían para discutir y compartir ideas. Mencionó el Cineforum que solía realizarse en Salto, donde los estudiantes se congregaban para debatir sobre películas. Este tipo de interacciones, que enriquecían intelectualmente a las personas, hoy son casi inexistentes.

Un contexto global de aislamiento

Fonticiella amplió su análisis hacia un contexto global, señalando que el aislamiento y el individualismo son fenómenos que trascienden las fronteras de Uruguay. "Este es un mundo conflictivo, quizás la época más conflictiva que hemos conocido", citando las crisis y guerras en diferentes partes del mundo. Mencionó que el egoísmo y el aislamiento han llevado a tensiones sociales que pueden resultar peligrosas.

Así como también mencionó el tema de la migración, haciendo referencia a la llegada de inmigrantes africanos a Europa y las reacciones hostiles que generan. "Esa gente hace trabajos que los locales no quieren hacer", argumentó, cuestionando la narrativa que se genera en torno a la inmigración.

Reflexiones sobre el Capitalismo y la Riqueza

Otro aspecto que Fonticiella destacó fue la desigualdad económica y el capitalismo contemporáneo. Hizo hincapiéé en que el 2% de la población mundial posee una riqueza desproporcionada, lo que genera un desequilibrio en la distribución de recursos. Esta concentración de riqueza, según él, fomenta un sistema que no beneficia a la mayoría y promueve el egoísmo a nivel global. Refiriéndose a su experiencia en España, narró un encuentro en un centro comercial donde observó a inmigrantes intentando sobrevivir en un entorno hostil. "Hay una confrontación, y el español critica a los inmigrantes, pero muchos de esos inmigrantes están haciendo trabajos que los locales no desean realizar”.

La historia como espejo

Fonticiella trazó paralelismos entre las crisis del pasado y la situación actual. Se refirió a su experiencia en China y la evolución del capitalismo en ese país, subrayando cómo las reformas implementadas en décadas pasadas han transformado su estructura social y económica. China ha sabido adaptarse a los cambios globales, convirtiéndose en un actor importante en la economía mundial. El exintendente demostró un profundo conocimiento de las dinámicas sociales, económicas y políticas que marcan el rumbo de las sociedades contemporáneas. Su visión invita a la reflexión sobre el papel de la comunidad en un mundo cada vez más individualista y desconectado.

La evolución económica y el rol del Estado

Fonticiella también habló sobre la transformaciónn económica que ha experimentado el mundo, señalando el impacto de políticas cambiarias y su efecto en la industria nacional. Recordó un debate histórico en el que se discutían las decisiones que llevaron al cierre de industrias clave en Uruguay, y cómo esto ha dejado a muchas personas sin oportunidades laborales. En este contexto, expresó su preocupación por el futuro laboral de la población joven. Resaltó la importancia de preparar a las nuevas generaciones para un mundo donde la automatización y la tecnología cambian rápidamente la naturaleza del trabajo. Alabó los esfuerzos de algunas instituciones académicas que buscan innovar, pero advirtió que se necesita un compromiso más profundo y sostenido por parte del gobierno y de la clase política para fomentar un desarrollo integral.

La educación como pilar fundamental

Fonticiella, quien se identificó como hijo de la educación pública, recordó con admiración la labor de José Pedro Varela, un reformador educativo que, en tiempos difíciles, trabajó para modernizar la escuela pública en Uruguay. A través de su legado, Fonticiella defendió la idea de que la educación es un pilar fundamental para la democracia y el progreso de la nación. Resaltó que Varela promovió una educación inclusiva y racional, logrando que la sociedad uruguaya no solo se desarrollara intelectualmente, sino que también cultivara un sentido de responsabilidad cívica. Fonticiella subrayó que la educación no solo debe ser un derecho, sino una herramienta de transformación social que empodere a los ciudadanos.

Un llamado a la reflexión colectiva

Fonticiella invitó a la audiencia a reflexionar sobre el papel de cada individuo en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Al mencionar el legado de figuras históricas que lucharon por la educación y la democracia, instó a los presentes a valorar la importancia de trabajar juntos para enfrentar los desafíos actuales.  También enfatizó que el futuro depende de la capacidad de la ciudadanía para actuar de manera colectiva y comprometida, resaltando que las decisiones de hoy moldearán la realidad de mañana.

La identidad en la era digital

Ramón abordó un tema de creciente relevancia en la actualidad: la identidad en la era digital. En un mundo donde las interacciones virtuales se han vuelto predominantes, expresó su preocupación por cómo las personas pueden ser percibidas de manera errónea o desvirtuada a través de las redes sociales.

La distorsión de la realidad

Reflexionó sobre la manera en que las plataformas digitales pueden crear una imagen distorsionada de la realidad. Ya que muchas veces, los perfiles en redes sociales no reflejan la verdadera identidad de una persona. Esto puede llevar a malentendidos y a una desconexión entre las percepciones de los demás y la verdadera esencia del individuo. El impacto de esta distorsión puede ser profundo, generando confusiones y tensiones en las relaciones personales y profesionales. Al abordar esta problemática, invitó a considerar cómo la autenticidad se vuelve un desafío en un entorno donde la apariencia puede ser cuidadosamente curada y manipulada. La necesidad de volver a lo genuino y de mantener la integridad en las interacciones se convirtió en un punto central de su reflexión.

La importancia de la autenticidad

El ex intendente resaltó la importancia de ser auténticos y transparentes en un mundo lleno de superficialidades. A su juicio, cultivar una imagen genuina no solo fortalece las relaciones, sino que también contribuye a una sociedad más cohesionada y comprensiva. Propuso que, en lugar de buscar validación a través de "likes" y comentarios, las personas deberían centrarse en construir conexiones reales y significativas.

La necesidad de un debate abierto

Al finalizar hizo un llamado a la acción, sugiriendo que es crucial mantener un debate abierto y honesto sobre el impacto de la tecnología en la sociedad. La educación y el diálogo son herramientas esenciales para navegar los desafíos de la modernidad. En este sentido, resaltó la responsabilidad de los medios de comunicación y las instituciones educativas en promover una cultura de pensamiento crítico y de reflexión. Dejó en claro que sus preocupaciones sobre la identidad, la autenticidad y la conexión humana en la era digital son temas relevantes que requieren atención. Con su característica pasión y compromiso social, invitó a todos a ser agentes de cambio, no solo en sus vidas personales, sino en la construcción de una sociedad más justa y coherente.