En una entrevista en La Prensa Streaming, Gabriela Acosta, docente y madre de dos hijas, compartió su emocionante experiencia tras ser coronada en el certamen internacional de belleza Miss Beauty World International. Su historia es un relato de empoderamiento, perseverancia y amor propio que invita a otras mujeres a soñar y superar sus propios desafíos.

De la pasarela a la transformación personal

Gabriela comenzó su camino en el mundo de la belleza con una motivación clara: romper estereotipos y demostrar que la belleza no tiene edad, talla ni límites. A sus 50 años, decidió enfrentarse a un desafío que marcó un antes y un después en su vida.

"Este cambio que soy ahora no era yo hace seis o siete años", confesó Gabriela. Tras años dedicados exclusivamente a su familia, decidió darse prioridad y retomar su esencia. "Un día me miré al espejo y no me gusté. Sentí que no era yo. Comencé a caminar, a alimentarme mejor y a soñar con pequeños proyectos". Este cambio de mentalidad la llevó a aceptar la invitación para representar a Uruguay en uno de los certámenes de belleza más inclusivos del mundo.

Una semana en Punta Cana: cultura, belleza y propósitos

El certamen se llevó a cabo en Punta Cana, República Dominicana, y fue mucho más que una competencia de belleza. Gabriela convivió con participantes de todas las edades, desde niñas hasta mujeres de 70 años, provenientes de países como Panamá, México, Venezuela, y Perú. "Fue una semana espectacular", recordó. Desde las sesiones de preparación en pasarela con el reconocido coach Héctor Novales hasta actividades culturales como la visita a Isla Saona, Gabriela vivió una experiencia inolvidable. Durante el certamen, presentó un traje típico inspirado en el candombe uruguayo, una tradición que celebra la resiliencia y la alegría de sus ancestros. "Fue un honor llevar un pedacito de nuestra tierra y transmitir su historia y significado".

Inspirar y empoderar: la meta de un proyecto social

Más allá de la corona, Gabriela presentó un proyecto social enfocado en el empoderamiento de mujeres mayores de 40 años. "Nuestro objetivo es ayudar a mujeres a redescubrirse, a cuidarse y a superar etapas como la menopausia, que muchas veces son difíciles".

Este proyecto, que será implementado en 2025, busca integrar herramientas como el deporte, la nutrición y el acompañamiento emocional. Gabriela también destacó la importancia de rodearse de personas positivas. "Siempre hay que buscar energía linda, gente que te motive a brillar".

Además, Gabriela es organizadora de Señora de las Cuatro Décadas, un evento que invita a mujeres entre 40 y 49 años a participar en actividades de autodescubrimiento y empoderamiento. "Muchas mujeres nunca se han permitido ser el centro de atención. Nuestro trabajo es motivarlas a que se mimen, se arreglen y se valoren".

El poder de los sueños y el respaldo de la comunidad

Para Gabriela, el secreto de su éxito radica en su actitud y en el apoyo de quienes la rodean. "Siempre agradezco a mi familia, mis amigas y a todos los que me han apoyado. Desde quienes compraron un número de rifa hasta los que simplemente me enviaron un mensaje de aliento".

Su mensaje para las mujeres es claro: "Nunca dejen de soñar. Cumplan sus metas, aunque sean pequeñas. Salir a caminar, disfrutar un té, aprender algo nuevo... esos pasos pequeños pueden transformarse en grandes logros".

La historia de Gabriela no solo inspira a mujeres de todas las edades, sino que también resalta la importancia de trabajar por un propósito mayor. En su caso, utilizar el título de Miss Beauty World International para impactar de manera positiva en la vida de otras mujeres es su gran objetivo para el próximo año.

Ejemplo vivo

Gabriela Acosta representa un ejemplo vivo de cómo la perseverancia y el amor propio pueden transformar vidas. Desde su participación en certámenes internacionales hasta sus proyectos sociales, su mensaje resuena con fuerza: todas las mujeres tienen derecho a soñar, a brillar y a ser protagonistas de sus propias historias.

En 2025, Gabriela planea expandir su impacto con iniciativas que integren a mujeres de todas las edades y condiciones. Con su pasión y dedicación, está segura de que logrará inspirar a muchas más a seguir sus pasos.

"El propósito no es solo ser bella, sino usar esa belleza para construir algo significativo", concluye Gabriela. Sin duda, una embajadora de la fortaleza, la inclusión y la resiliencia uruguaya.