
Le Varieté /
El éxito de un teatro con alma, cabeza y corazón
El grupo teatral Le Varieté se ha convertido, sin exagerar, en un fenómeno cultural en Salto. Su propuesta para 2025 no solo ha agotado funciones a ritmo vertiginoso, sino que también consolida un estilo de hacer teatro comprometido, reflexivo y profundamente humano. Visitó la Sala de Streaming de La Prensa uno de sus directores, el Arq. Jorge Menoni. Habló de los secretos detrás del éxito y la propuesta de su nueva obra: “Las novias de Freud: Prometo amarme hasta que la muerte me separe”.
Una obra que agota entradas… y que deja pensando
“Es el estreno 2025 del grupo, y ya tenemos tres funciones agotadas antes de subir al escenario este sábado 14”, dice Menoni, aún sorprendido por la respuesta del público. La obra ya tuvo funciones anteriores con entradas vendidas en pocas horas, lo que los llevó a abrir una función adicional a las 19:30. “Hace un rato nos avisaron que esa también se agotó”, comenta con una mezcla de orgullo y humildad. La obra se presenta en el Centro Cultural Academias Previales, el “hogar” de Le Varieté, un espacio íntimo que permite una cercanía muy particular entre elenco y público. “Es parte de nuestra filosofía: no solo presentar una obra, sino ofrecer una experiencia teatral desde que el espectador llega a la sala”, explica.
Dramas que hablan de lo que nadie quiere hablar
Las novias de Freud es una pieza con una temática delicada: las enfermedades mentales. Pero la aborda desde un lugar poco común: el punto de vista de quienes las padecen. “Es una obra que no busca dar respuestas, sino abrir preguntas”, explica Menoni. El subtítulo —Prometo amarme hasta que la muerte me separe— no es menor. “Es nuestra pequeña contribución como artistas a un tema que necesita más visibilidad, más empatía y más diálogo.”
El grupo no es nuevo en estos temas. En su anterior producción, “La servidumbre”, tocaron el Alzheimer desde la perspectiva del acompañamiento. En este caso, el abanico es más amplio. Y el desafío también: “Es nuestra primera obra abiertamente dramática, aunque con momentos de humor. Es un drama con alma cómica, pero con todo el respeto que estas temáticas merecen.”
Ocho años construyendo un teatro con identidad
Desde su fundación hace ocho años, Le Varieté ha trabajado con una clara intención: ofrecer un teatro que haga pensar. “Nos cuesta muchísimo elegir las obras”, admite Menoni. Junto a su codirector, Miguel Sosa, realizan un extenso proceso de lectura, análisis y discusión para asegurarse de que cada pieza tenga algo valioso que aportar.
No se trata de hacer “el teatro por el teatro”, sino de construir puentes entre escena y sociedad. “Nosotros apostamos a que el público piense, sienta, reflexione”. Y esa apuesta parece estar rindiendo frutos.
Crear público, no solo llenar salas
Uno de los pilares del grupo ha sido su esfuerzo por formar nuevas audiencias. “Queremos que más gente vea teatro, y para eso tenemos que salir, movernos, ir al interior del departamento, a otros departamentos incluso”. Ya tienen confirmadas presentaciones fuera de Salto, como en Trinidad, donde fueron invitados tras el impacto de La servidumbre.
Además, Le Varieté practica un modelo abierto e inclusivo. No cuentan con un elenco fijo ni actores exclusivos. “Cuando necesitamos un actor o actriz, lo buscamos. No importa si pertenece a otro grupo. Incluso alentamos a nuestros actores a participar en otras compañías”. Lo que sí se exige, dice Menoni, “es buena onda y ganas de trabajar en equipo”.
El teatro como vivencia total
El respeto por el público se ve en todos los aspectos de sus funciones: desde el límite intencional en la venta de entradas para asegurar comodidad, hasta los aromas de la sala pensados para generar un ambiente acogedor. “Todo está planeado. El teatro para nosotros empieza cuando alguien compra una entrada y se extiende mucho después de la función, cuando siguen pensando en lo que vieron.”
Ese “pienso” —como le llaman— es parte del ADN del grupo. Las obras no se explican del todo. Se sugiere, se insinúa, se deja espacio para la interpretación. “Hay detalles que dejamos al espectador para que los descubra. Nos encanta que nos digan ‘yo entendí esto’ o ‘yo vi aquello’. Ese debate post-función es impagable.”
Un autor cómplice
El dramaturgo Daniel Salomone, autor de Las novias de Freud y de La servidumbre, ya es un viejo conocido del grupo. Con una vasta carrera, premios internacionales y residencia en Montevideo, Salomone confía en Le Varieté para adaptar y reinterpretar sus textos. “Cuando se enteró que éramos nosotros los que hacíamos su obra, se agarró la cabeza”, cuenta Menoni entre risas. “Pero después de ver La servidumbre, quedó encantado. Hoy nos apoya plenamente.”
Próxima función: ¡Apúrese!
Quienes se quedaron sin entrada para este 14 de junio todavía tienen una última oportunidad: el sábado 21 a las 21 horas, nuevamente en el Centro Cultural Academias Previales. Pero atención: “Ya quedan menos de 25 entradas disponibles”, advierte Menoni. Y con el ritmo actual, no durarán mucho.
Una experiencia imperdible
Le Varieté no solo hace teatro: crea experiencias. Sus obras son espejos de la condición humana, con el valor agregado de la reflexión, el humor y el compromiso social. En tiempos donde todo parece instantáneo, su propuesta lenta, íntima y pensada se vuelve revolucionaria.
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