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El grupo teatral La Galera cumple 13 años de existencia y lo festeja a lo grande con el estreno de una nueva obra, Mi Amigo Horacio. La propuesta, dirigida a toda la familia, se estrenará el 20 de septiembre en la Casa Diocesana y promete combinar el homenaje a uno de los autores más emblemáticos de la literatura latinoamericana, Horacio Quiroga, con la frescura y el entusiasmo de jóvenes y niños que debutan en las tablas.

En una entrevista realizada en el Streaming de Diario La Prensa, el actor y dramaturgo Jorge Pablo Molina, integrante y fundador de La Galera, compartió detalles sobre el proceso creativo, los desafíos de formar nuevas generaciones de actores y la importancia de mantener viva la tradición teatral en la ciudad.

Trece años de historia sobre el escenario

Fundada en 2010, La Galera ha recorrido un largo camino con más de 20 obras representadas. Molina recuerda que el grupo nació con un espíritu claro: sembrar cultura a través del teatro. “Hacer teatro es cultivar, es sembrar un fruto que llega a la gente como un mensaje”, comentó durante la entrevista.

A lo largo de los años, La Galera se ha consolidado con una propuesta que mezcla compromiso artístico y vocación pedagógica. Aunque sus primeras obras estuvieron dirigidas al público infantil, con el tiempo desarrollaron un estilo inclusivo, espectáculos pensados para que niños, adolescentes y adultos puedan disfrutarlos juntos.

Una obra para toda la familia

Mi Amigo Horacio no es una obra infantil en el sentido estricto. Como subraya Molina, la idea es que padres y madres no asistan solo como acompañantes resignados, sino que se sientan también interpelados y entretenidos por la historia.

La trama narra la aventura de un grupo de estudiantes de Salto que viajan a Misiones con su profesora para conocer la casa-museo de Horacio Quiroga. En el trayecto, se pierden en la selva y allí se cruzan con personajes inspirados en los cuentos del escritor uruguayo. El misterio y la naturaleza selvática sirven de escenario para una obra que mezcla suspenso, humor y reflexión, con la figura de Quiroga como guía en el camino.

El guion, escrito por el propio Molina con aportes de otros integrantes de la compañía, comenzó a gestarse en 2022 y estuvo listo en verano. Desde marzo los ensayos han ocupado a todo el elenco, que está compuesto en su mayoría por jóvenes surgidos de talleres organizados por La Galera.

El semillero, formar a nuevas generaciones

Uno de los grandes orgullos del grupo es haber abierto un espacio de formación para niños y jóvenes. Según Molina, existe un problema recurrente en Salto: muchos estudiantes completan talleres de teatro, pero luego no encuentran continuidad en grupos estables ni oportunidades para desarrollar lo aprendido.

Consciente de esa brecha, La Galera decidió en 2022 dictar un taller que culminó con la integración de casi todos los participantes al elenco de Mi Amigo Horacio. Para muchos de ellos, será la primera vez que enfrenten un público en una producción profesional.

“Esto es una prueba de fuego”, aseguró Molina. “Los chicos aprendieron las bases en el taller, pero ahora descubren lo que significa el verdadero trabajo: meses de ensayo, preparación de escenografía, vestuario, composición musical. Una producción seria y propia”.

El estreno será, en ese sentido, un examen decisivo para saber quiénes de esos jóvenes sienten la vocación de seguir en el teatro y quiénes simplemente lo vivirán como una experiencia formativa y enriquecedora.

Horacio Quiroga, entre tragedia y selva

El homenaje a Quiroga no es casual. El autor de Cuentos de la selva y Los desterrados dejó una huella profunda en la literatura uruguaya y latinoamericana, marcada por una vida atravesada por tragedias personales y un estilo influido por el suspenso y el misterio. La obra de La Galera no busca una representación biográfica, sino un diálogo creativo con su universo narrativo. A través de los ojos de adolescentes perdidos en la selva, el público podrá reencontrarse con las atmósferas intensas, a veces dolorosas, pero siempre vibrantes, de los cuentos de Quiroga.

Los desafíos de hacer teatro en el interior

Más allá del homenaje, Molina reflexionó sobre las dificultades y satisfacciones de hacer teatro en el interior del país. Recordó sus inicios en talleres dictados por Oscar Vivó y Roberto Lucero en los años 90, así como la importancia de programas de formación impulsados por el Ministerio de Cultura, que en su momento ofrecían cursos de tres años en el Teatro Larrañaga.

Hoy, con la discontinuidad de esas instancias, la responsabilidad recae en grupos como La Galera, que además de producir obras, buscan crear espacios de formación y continuidad.

El actor reconoció que trabajar con niños y adolescentes implica ritmos diferentes: desde la impaciencia por “querer todo ya” hasta los pequeños conflictos propios de la edad, como el deseo de tener un papel más protagónico. Sin embargo, destacó que esa misma energía aporta frescura y dinamismo al proceso creativo.

Una apuesta colectiva

Aunque Molina firmó el guion de Mi Amigo Horacio, la obra es fruto de un proceso colectivo. “Tiramos ideas entre varios compañeros, yo las recopilé y les di forma. Cuando el grupo la aprobó, seguimos adelante”, explicó. La puesta en escena también refleja ese espíritu comunitario: desde la música hasta la escenografía, todo ha sido creado por integrantes de La Galera, con recursos propios y mucho esfuerzo. “Somos nuestros jueces más duros: si nos gusta a nosotros, sabemos que le gustará al público”, resumió Molina.

El estreno y lo que vendrá

El estreno será el 20 de septiembre en el salón de la Casa Diocesana en la calle Artigas, un espacio que la compañía descubrió recientemente y al que describen como “muy lindo y con buena capacidad”. Las entradas están disponibles en Himalaya, abierto las 24 horas. Tras esa primera función, La Galera planea nuevas presentaciones durante octubre, con la esperanza de que la obra se convierta en un éxito sostenido. Más allá de la taquilla, el estreno será también un hito en el camino de la compañía: una oportunidad de renovar su semillero, reafirmar su compromiso cultural y acercar el legado de Horacio Quiroga a nuevas generaciones.

Proyección

Después de 13 años, más de 20 obras y decenas de actores formados, Molina hace un balance positivo, “Estamos muy contentos con el grupo. El desafío es lo que mantiene viva a La Galera. Si no hubiera desafíos, no existiríamos”.

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