Cuba enfrenta desde el viernes, un apagón nacional que ha dejado a más de la mitad de la población sin electricidad. Este evento se produce en un contexto de crisis energética prolongada, exacerbada por problemas estructurales en el sistema eléctrico y la falta de combustible. La situación en la isla, no es nada novedosa; desde hace meses la población sufre cortes que han llegado a afectar hasta el 50% del territorio, con algunos con hasta 20 horas sin servicio eléctrico en una jornada. La falta de electricidad impide el funcionamiento adecuado de refrigeradores y ventiladores, lo que agrava las condiciones de vida en medio del calor tropical. La presente situación se orginó en una falla en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la más importante del país, situación que llevó al gobierno a declarar la "emergencia energética". Cerraron escuelas y actividades recreativas para priorizar hospitales y centros de producción de alimentos.

El presidente Miguel Díaz-Canel dijo que la crisis obedece a la dificultad para comprar el combustible que necesita su sistema eléctrico, debido al embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962. ha declarado que su gobierno está dedicando "absoluta prioridad" a solucionar esta crisis energética. El mandatario cubano prometió que "no habrá descanso" hasta restablecer "totalmente el servicio" en la isla, de 10 millones de habitantes.