Dolar imparable /
Argentina y la crisis que no termina
El mes de enero llegando a su fin, y los economistas argentinos que hacen relevamientos propios sobre la inflación anticipan que, lejos de continuar en un sendero descendente como había prometido el gobierno, el IPC del mes marcará un repunte, con un probable registro en torno de 5,5 por ciento. El mes anterior la inflación había sido de 5,1 por ciento, una cifra que había sido considerada un logro por parte del ministro de economía, Sergio Massa, porque confirmaba que se cumplía su plan.
El ministro planteó que, cada dos meses, la inflación iría cayendo un punto, hasta llegar a abril por debajo del 4 por ciento. Recurrió a una política que mezcla medidas, como el recorte al gasto público, otras de corte más intervencionista, como los acuerdos de precios con las empresas. Fue un plan que dio resultado en el último trimestre del año, pero ya están apareciendo otra vez señales preocupantes. Los economistas destacan que después de una moderación en el rubro de alimentos, otra vez se está notando un impulso.
Uno de los factores de mayor incidencia fue el precio de la carne, que había sufrido un retraso respecto de la inflación promedio y que ahora está poniéndose a tono. Para ponerlo en números, antes la carne subía a un ritmo de 1 por ciento mensual, y ahora ya lo está haciendo por encima de tres puntos al mes.
El dólar blue cerró a 385 pesos
Otro tema no menor, el dólar del mercado paralelo, que es tomado como referencia por muchos comerciantes, sigue acelerando y batiendo récord. Ayer cerró a 385 pesos, una brecha de 107 por ciento respecto del tipo de cambio oficial.
Los analistas creen que todavía tiene margen para subir, por la mayor demanda de dólares propia de esta época del año, en combinación por una menor oferta de los turistas extranjeros.
Con una inflación de enero por encima del 5 por ciento, hay bastante escepticismo en el mercado respecto de que se pueda cumplir el objetivo de Sergio Massa, de volver a una inflación en torno de tres puntos para el segundo trimestre del año.
Se han incrementaron las presiones sobre las empresas que participan de los acuerdos de precios. El trato original era que los productos alimenticios no avanzaran a más de 4 por ciento mensual, y ahora se está pidiendo que las remarcaciones corran a una velocidad del 3 por ciento.
El Banco Central está dando señales a través de las tasas de interés, en el sentido de querer retirar más pesos del mercado para no exacerbar la inflación. Pero los economistas creen que las medidas son insuficientes y que se está notando una caída en la demanda de pesos por parte del público.
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