La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

El frigorífico Minerva del departamento de Durazno (ex BPU) se encuentra atravesando una situación complicada la empresa y el sindicato de trabajadores. La situación se debe a lo que ganan los trabajadores de esta planta. Cuando Minerva se hace cargo de la misma se comprometió a respetar la plantilla laboral y los sueldos, pero hay una gran diferencia entre lo que Minerva paga en el resto de sus plantas (Canelones, Carrasco y el PUL) con la de Durazno, pues ésta escapa al lineamiento de los parámetros salariales.
Hace 30 días la empresa planteó esa problemática a los trabajadores con un proceso de negociación.

La empresa dice que hay unos 13 o 14 convenios diferentes según el área de producción, lo que hace muy difícil las liquidaciones porque hay muchos beneficios parciales logrados por los diferentes sectores. Minerva pretende que haya un convenio general que se adapte a cómo funciona en las otras plantas. Asimismo, hay un tema de salario porque según los trabajadores Minerva propone bajarlos en las distintas categorías y en algunos casos en más de un 30%.

No a la rebaja salarial

El sindicato respondió que los trabajadores no aceptan la rebaja salarial y aspiran a continuar ganando lo mismo, y si se hacen adaptaciones al convenio, que eso no signifique ganar menos. Por ejemplo, el empleado que ahora gana cien, cuando se haga el nuevo convenio que quiere la empresa, el pago siga siendo cien. Los salarios del frigorífico van de entre $ 52.000 a $ 180.000, según datos aportados por la empresa, montos que generan diferencias notorias frente a igual actividad de otro trabajador en otras plantas frigoríficas. Por eso Minerva quiere hacer una adaptación. El problema es sencillo de entender, pero es muy difícil de asumir por parte de los trabajadores que por determinada función recibe una retribución y que de un día para el otro sufra una baja de casi el 40%.

Seguro de paro hasta el acuerdo

Por otra parte hay trabajadores en el seguro de paro que están esperando a ser llamados y eso no ocurrirá hasta que haya un acuerdo, según lo manejado por las partes. Ese acuerdo está lejos de concretarse porque los trabajadores ponen como única condición no perder salario. En ese contexto Minerva Durazno lleva más de un mes sin faenar y la hacienda que compra se distribuye a las plantas de Canelones, Carrasco y PUL. Para agravar el panorama en la ciudad de Durazno se percibe una pequeña recesión económica, y algunos la explican a esa falta de dinero porque los trabajadores suman unos 400 y la mayoría son de Durazno, con buenos sueldos. Hasta el momento la empresa no ha hecho declaraciones, pero desde Minerva se ha señalado que se trata de un proceso de reorganización, el que se informará cuando culmine.

Comentarios potenciados por CComment

Ranking

Titulares Diarios

Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte