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El club salteño cumple 70 años y se reinventa con un proyecto ambicioso rumbo al 2030. De la lucha en la divisional C a competir por un lugar en la Copa Libertadores. En junio de este año, el Atlético Arsenal de Salto celebró nada menos que 70 años de historia, una cifra que no solo invita a repasar su pasado, sino que también ilumina un presente vibrante y un futuro que, por primera vez, se vislumbra profesional. El delegado del club, Aurelio “Lucho” Vives, ha sido una figura clave en este proceso de transformación. Desde que llevó a su hijo a jugar en las formativas en 2007, ha acompañado cada paso del club, desde la C hasta la A, y ahora en la Copa de Clubes y la futura participación en la Copa AUF 2025.

DE LOS VISIONARIOS FUNDADORES A LA RECONSTRUCCIÓN INSTITUCIONAL

Fundado en 1955 por un grupo de 18 apasionados, el club supo tener épocas de bonanza y de crisis. Hoy, solo queda uno de aquellos fundadores, pero su legado persiste en la memoria y en el espíritu de lucha.

“Esos viejos visionarios lograron comprar las tierras donde hoy está el complejo deportivo del club”, recuerda Vives. Un proyecto ambicioso de apartamentos y sede social quedó trunco por la famosa "tablita del 82", una crisis económica que marcó a toda una generación de instituciones deportivas.

Años más tarde, la recuperación llegó con decisiones clave. En 2017, el club incorporó a Miguel Villarruel como técnico y a Juan José Guarino, actual presidente, quien lideró el resurgimiento. En palabras de Vives: “Juanjo vino con otra inyección, nueva de energía para sacar el club adelante”.

UNA IDENTIDAD

En su momento, el club, trasladándose desde su sede original en calle Amorim hacia la actual en Agraciada, con terrenos cedidos y posteriormente adquiridos. En ese predio, hoy florecen canchas de fútbol 5, modernos campos de pádel y vestuarios renovados.

Para Vives, el club siempre fue parte del barrio: “Yo vivía a una cuadra de la sede, era como mi casa. Arsenal tiene alma de barrio, de comunidad”. Esa identidad barrial es una de las claves de su renacimiento.

EN CAMPEONATO DE OFI

Arsenal ha pasado por todas las categorías del fútbol salteño. En 2018 logró salir de la C, después de varios años de frustraciones. En 2021, con Jorge Novoa como técnico, llegó el ansiado ascenso a la divisional A, logrando un histórico vice-campeonato salteño en 2023 y su primera clasificación al Campeonato de Clubes de OFI. “Jugamos contra equipos con planteles más fuertes, como Nacional y Ferro, y sin embargo quedamos entre los 8 mejores”, dice orgulloso Lucho. “Todo es mérito de un grupo comprometido y un estilo de juego propio, de salida por bajo y triangulación”.

Hoy, el club es dirigido por Richard Requelme y “Coqui” Burutarán, técnicos con experiencia en el profesionalismo y una línea clara: el que no entrena, no juega. “Son muy estrictos pero muy profesionales. El grupo los respeta y juega a lo que ellos proponen”, destaca el delegado.

PROYECTO 2025–2030

El verdadero corazón del nuevo Arsenal está en su proyecto formativo, con la mira puesta en el 2030. La alianza con Salto Rowing para potenciar el trabajo desde las categorías 12 y 13 años ha sido crucial.

Gracias a la llegada de Maxi Summer como gerente deportivo, se ha dado forma a un plan que incluye preparadores físicos, nutricionistas, psicólogos y cuerpo técnico especializado para todas las formativas. El objetivo: que las categorías juveniles puedan alimentar la primera con futbolistas formados desde la base. “Es histórico”, asegura Vives. “Subimos con las juveniles a la Divisional A por primera vez desde que existe el Consejo Único Juvenil. Y todo en solo un año, cuando el plan estaba pensado para cuatro”, de la mano del Entrenador Gustavo Filippini.

EL SUEÑO PROFESIONAL

Además de competir en el Campeonato de Clubes, Arsenal ya tiene un lugar asegurado en la Copa AUF 2025, un torneo que este año tiene como premio nada menos que un cupo para la Copa Libertadores de América.

“Es un sueño, sí”, admite Lucho. “Pero no imposible. Ya estamos clasificados y soñamos en grande. El objetivo final es llegar al profesionalismo”.

Esa ambición no se siente desmedida. Es el resultado de años de esfuerzo colectivo, planificación, y un amor por el club que trasciende generaciones.

LA RESILIENCIA COMO BANDERA

En su camino en la Copa de Clubes, Arsenal sufrió una dura derrota 0–3 en la ida ante Libertad de San Carlos. Sin embargo, el espíritu sigue intacto. “Si logramos un gol o dos temprano, podemos darlo vuelta. Ya lo hicimos antes”, dice Lucho con confianza.

La historia reciente muestra que tienen con qué: en fases anteriores, golearon 6–0 a Pirata Junior de Artigas, y vencieron 3–1 a Nacional en el Estadio Dickinson. Goles, calidad y corazón no les faltan.

¿FINAL SALTEÑA?

En Salto ya se sueña con una final entre dos equipos locales en la Copa. Arsenal y Universitario avanzan en caminos paralelos. “Soñar no cuesta nada”, ríe Vives. “Ya lo hablamos con el Mati Rodríguez (delegado de Universitario), podría pasar”.

Y si pasa, será más que una final: será el símbolo de una ciudad futbolera, pujante y con una cantera que, como la de Arsenal, ya no quiere mirar más hacia abajo.

ALMA Y FUTURO

A 70 años de su fundación, Atlético Arsenal ya no es solo un equipo. Es una institución que ha sabido reinventarse sin olvidar su esencia, que apuesta por el trabajo serio, por sus formativas y por el profesionalismo como destino natural.

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