En un mundo cada vez más enfrentado y dividido, la mitad más uno, puede resultar la clave para vencer al adversario, con las distintas estrategias, para lograr la ventaja ante el rival de turno. En el deporte de equipos, los hinchas se dividen de un lado u otro, donde cada uno trata de hacer valer su mayoría o por lo menos mostrar que son los que tienen un número mayor, aunque muchas veces no es sencillo de ver a simple vista, ya que los momentos pueden cambiar, incluso de acuerdo a resultados que se puedan dar.

Entonces es momento de aprovechar para sumar y tratar de sacar esa ventaja, llevando agua para el molino propio. Si hablamos de la política, no cambia mucho y los enfrentamientos que van desde miradas diferentes, aunque las soluciones en definitiva saben que no son “mágicas”. De un lado aquellos que tratan de defender su grado de poder, tratando de mostrar la diferencia con la otra mirada, donde el gran objetivo en definitiva es ganar, para mantenerse en el poder, ese que seduce sin lugar a dudas. No es de ahora, sino que está aquello de divide y vencerás o reinarás, que viene de hace cientos de años, pero que la realidad la podemos vivir en nuestros tiempos. Como el juego del “Antón Pirulero”, donde cada uno debe atender su juego, que en caso de no hacerlo, perderá y vaya que es algo que sigue marcando en las estrategias de cada uno para tratar de vencer. Uruguay tendrá mañana un balotaje y donde el ciudadano estará eligiendo entre dos fuerzas políticas, cada uno con su mirada, en una campaña que fue recorriendo distintos tiempos, que resultaron sin duda para el común de la gente, cansadores.

Pero también quedaron algunas “heridas”, que seguramente con el abrir de la ventana del próximo lunes, intentarán curar, ya que la vida continúa, ya seguramente con quien será el conductor de los destinos de nuestro país.

Fueron momento donde cada uno intentó mostrar lo mejor de si y los errores de su rival, para llegarle al ciudadano, que la realidad mostró que estuvo más pendiente de otros temas, pero sabemos que lo que son las nuevas herramientas, la comunicación siempre de una forma u otra llega. De esta manera se fueron metiendo en la vida de cada uno de nosotros, tratando de convencernos con promesas, que no varían mucho de un lado u otro, ya que la realidad golpea el rostro de cada uno.

En esa dura lucha de tratar de sumar votos, que en definitiva es la gran tarea que tienen aquellos que están de un lado u otro, que hasta conocimos el valor de una moto o de un tractor, claro que cada uno puede andar o utilizar el vehículo que más le guste, mientras lo pueda comprar, que no son todos los mortales que lo pueden hacer. Una realidad que lo podemos observar y donde cada uno trata de mostrar lo que tiene el otro, hasta conocimos marcas de vehículos que no estaban en nuestro conocimiento.

Después llegarán las disculpas, que ya no tendrán el mismo impacto de lo que fue el mensaje primario y hasta eso lo saben aquellos que tratan de sumar, para alcanzar la mayoría al momento de que los votos se puedan contar.

El juego de la Democracia, donde cada uno arma su estrategia y en estos días, donde parece que convencer es más sencillo de lo que uno se imagina.

Pero nada es librado al azar o si, ya que todo puede resultar un momento propicio en tiempos de conquistar, que de eso trata.

A lo largo de lo que fue la campaña, cada uno trato de “romper” al otro y cada uno buscó un margen de error menor, para quedarse con aquellos que en definitiva serán los que el domingo emitirán su voto.

En el deporte podemos tener un equipo que nos guste y en el clásico, siempre se dividen las pasiones, lo mismo ocurre con la política, que se divide en partidos o de una mano u otra, aunque también se levante algún “centro”, moderados o no tanto.

De eso se trata aquello de divide y reinarás, cada uno tratando de mostrar los errores del rival, para lograr quedarse con aquellos que en su gran mayoría no han prestado atención a una campaña que fue larga.

Domingo de balotaje y lunes que no queda otra que ponerse la celeste, para trabajar entre todos, en un mejor porvenir, más allá de la decisión del ciudadano, los distintos problemas seguirán a la orden del día. La única manera de resolver cada uno de los inconvenientes que son parte de la vida, es encontrar los caminos a recorrer juntos. Seguramente que dentro de cinco años, volveremos a tener las mismas promesas y seguiremos esperando que la mitad más uno, pueda resolver los problemas que se mantendrán.